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Lluvias y mercados alternativos a Rusia traen alivio a ganadería uruguaya
Viernes, Marzo 2, 2012 - 13:57

Las exportaciones de carne han arrancado el año manteniendo características de 2011: se vende menos al exterior, pero se factura más porque los precios siguen firmes.

La ganadería uruguaya pasó de la preocupación en el final de 2011 y enero de 2012 a la esperanza en este final de febrero.

La sequía y la frialdad de Rusia, el principal comprador, generaban la doble preocupación productiva y comercial. Las lluvias y la consolidación de ventas a mercados alternativos a Rusia traen más calma.

Las exportaciones de carne de Uruguay han arrancado el año manteniendo características de 2011: se vende menos carne al exterior, pero se factura más porque los precios siguen firmes, aunque con cambios que reflejan los avatares de la economía mundial y de las ganaderías de los países destino.

En consecuencia, Europa y Rusia, los dos principales mercados, pierden algo de importancia respecto a 2011, mientras que EE.UU., Canadá, Israel, Argentina y China aumentan sus compras y los precios que pagan.

La realidad de EE.UU. Lo de EE.UU. es más que destacable. Sus existencias de ganado vienen bajando desde hace varios años, los últimos cinco en forma consecutiva. La producción va en declive a pesar que atraviesa un período de liquidación que no tiene precedentes.

La faena de vacas de 2011 fue la más alta en 15 años. Pero el ganado en feedlots sigue siendo similar al de un año atrás.

Por la sequía, casi no queda ganado fuera de los confinamientos. Los números son ilustrativos. El stock ganadero bajó 2% el año pasado (90,8 millones), el stock de vacas de cría bajó 2,5% (39 millones) y la producción de terneros de 35,3 millones de cabezas es la más baja desde 1950.

Con una economía en proceso de reactivación que estimula a una gradual recuperación del consumo interno y exportaciones en ascenso porque el dólar estadounidense es cada vez más competitivo respecto a Australia y Brasil, sus principales competidores, y Japón y Corea, sus compradores, los precios del ganado son récord  y seguirán subiendo a lo largo del año.

El stock de vacas de cría es el menor desde 1962, y en consecuencia los ganaderos estadounidenses se van a enfrentar a una difícil disyuntiva respecto a sus vaquillonas, la cuales pueden vender para faena a un precio inédito o pueden retenerlas para lo que será un buen retorno a través de los altos precios del ternero. Pero ese retorno llega en dos o tres años.

Según lo que hagan será la velocidad de la recuperación del stock. En cualquier caso el stock de vientres y la producción de terneros seguirá en descenso y la baja en la producción de carne continuará al menos durante 2013.

La producción de carne en EE.UU., estima el Departamento de Agricultura, bajará 4% este año por un descenso de 5% en la faena esperada y un leve aumento del peso promedio de las carcasas.

Eso implicará que las exportaciones de carne se estabilizarán en altos niveles (1,29 millones de toneladas el año pasado y en 2012) y que las importaciones crecerán 2%, para ubicarse en el entorno de 990 mil toneladas.

Al compás de los mercados. Lo mejor para Uruguay como exportador vendrá en el segundo semestre de este año cuando baje muy marcadamente la faena de vacas en EE.UU.

Ha llovido en las zonas del sur estadounidense afectadas por la sequía, y una vez que llegue la primavera, la retención será fuerte.

Eso abrirá espacios para la carne destinada a la elaboración de hamburguesas, la llamada manufactura.

Algo similar puede pasar en Uruguay, donde también llegaron lluvias generosas. Y menos oferta de vacas significará precios más firmes.

La situación de fuerte escasez de carne en EE.UU. ya se refleja en las cifras de exportación de Uruguay.

En los primeros dos meses del año, las ventas con destino a América del Norte han crecido nítidamente, tanto en volumen como en precio por tonelada.

La facturación por venta de carne a EE.UU. creció 23% en los dos primeros meses del año, por 15% más volumen colocado a un precio 7% superior a 2011.

Además, el precio promedio de US$3.377 por tonelada supera al promedio del precio que Uruguay ha conseguido en Rusia en lo que va del año (US$2.698).

En el mercado ruso, los exportadores uruguayos encuentran una competencia muy fuerte de la carne paraguaya, que tras los focos de fiebre aftosa no puede ir a Europa y sale a precios de oferta con destino al que en 2011 fue el principal mercado para Uruguay.

El precio promedio de las colocaciones a Rusia es levemente inferior al que se obtenía en 2011 y el volumen colocado ha disminuido hasta ahora 27%.

Lo mismo pasa en las exportaciones a Europa, que en lo que va del año son 7% menores a las de 2011. En cambio, por ahora están firmes las exportaciones con destino a Israel.

Los precios de Uruguay son competitivos respecto a los de Brasil y en materia sanitaria el país se rige por criterios similares a los de la Unión Europea, por lo que de momento no hay competencia desde Paraguay.

La oferta desde Argentina es mínima. La consecuencia es que en lo que va del año hay un aumento de 60% en las colocaciones a este mercado, que tiene que ver con la alza importante que han registrado los precios ganaderos en las últimas tres semanas.

Mientras los israelíes están practicando su faena ritual, los frigoríficos tendrán que comprar con firmeza. El factor israelí puede ser ocasional.

A fines de marzo se irán las cuadrillas y el precio del ganado puede aflojar levemente, es un mercado necesariamente acotado por sus dimensiones como país.

En contraste, China se sigue afirmando como un cliente cada vez más importante, y eso parece ser una tendencia sin marcha atrás.

En lo que va del año va creciendo 23% el volumen comprado por los chinos, lo ha hecho a un precio 33% mayor al de 2011 y por lo tanto la facturación de Uruguay por ventas de carne vacuna con ese destino ha crecido 70%.

Todavía es un mercado menor, pero ya empareja a las ventas destinadas a Canadá, que en los primeros meses del año siempre son importantes.

La movilidad de los mercados ha sido importante en el comienzo del año.

Con las lluvias los productores pueden regular la oferta. Los precios ganaderos se han afirmado, tanto que han impactado en los precios de la carne al público, que está en los mayores niveles de la historia.

Lo mismo que pasa en Argentina, que lleva comprada más del doble de la carne que le había comprado a Uruguay en 2011.

Los precios del novillo han ratificado su firmeza y estabilidad. Las lluvias están permitiendo un buen final del entore. La ganadería mantiene condiciones para renovar su apuesta a crecer.

El stock vacuno permanece estabilizado en 11 millones y posiblemente bajará en el recuento de mediados de este año por la baja producción de terneros derivada del entore que se inició a fines de 2010.

Pero el crecimiento de las compras de EE.UU. y de China, dos tendencias que durarán por lo menos tres años más, pueden asegurar que Rusia y la Unión Europea tengan un complemento a nivel de compradores que permitan consolidar una firmeza de precios ganaderos de largo plazo.

Todo indica que el 2012 será un año bien distinto a 2009, cuando tras el récord de precios vino un tiempo adverso al coincidir crisis económica mundial y sequía.

Ya no hay restos de sequía, y el freno que tiene el viejo continente es compensado por nuevos mercados.

La ganadería tiene condiciones para seguir adelante. Desde los mercados y desde las pasturas, que con las lluvias prometen dar un buen otoño y que el invierno se cruce en buenas condiciones. Para la primavera La Niña ya se habrá ido. La ganadería puede estar tomando un impulso que todavía no se percibe.

Mejoran las condiciones al entore. Las lluvias han traído un cambio radical en las pasturas. Lo que estaba seco ha reverdecido y con las lluvias adicionales que vendrán la semana próxima el otoño tiene una perspectiva favorable casi asegurada.

Aunque los efectos de enero se hicieron sentir interrumpiendo los celos de las vacas, algunas mediciones muestran que el hecho no fue tan grave como en el verano pasado.

Si a la mejora en lo biológico se le agrega la reanudación en forma fluida de las exportaciones de ganado en pie, la situación de la cría puede tener un shock de expectativas como hace tiempo no recibe.

Algunos efectos comenzarán a notarse en la parición de la próxima primavera, pero sus efectos pueden ser mucho más duraderos.

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