Esta segunda versión del ránking refleja el creciente interés de las instituciones médicas de la región por competir globalmente, y el mayor interés por participar de este estudio: de los 20 establecimientos que participaron en 2009, se pasó a 35 este año.
El cáncer linfático del presidente Fernando Lugo pasó a ser una cuestión de Estado en Paraguay. Por ello, los responsables no dudaron en buscar el mejor centro médico disponible para la quimioterapia que el mandatario requería en la primera etapa de su tratamiento.
Gracias al consejo de su colega Luiz Inácio Lula da Silva, Lugo terminó siendo internado en el Hospital Sírio-Libanês de São Paulo. Si bien no hay certeza sobre cómo evolucionará la salud del presidente, la decisión del gobierno muestra de manera cierta una tendencia en la salud latinoamericana: la creciente disposición de los enfermos de la región por viajar y ser atendidos en el mejor hospital de América Latina que la salud requiera y su bolsillo pueda pagar.
Esta es una de las evidencias que deja la elaboración de este segundo estudio sobre calidad hospitalaria en América Latina realizado por el equipo de AméricaEconomía Intelligence, y que busca analizar la oferta de salud en la región a partir de sus proveedores más destacados: hospitales y clínicas cuya calidad pueda convertirlos en referentes internacionales.
El mayor interés por participar de este estudio se vio reflejado en un fuerte incremento en la cantidad de hospitales y clínicas en el listado que conforma el ránking final: de las 20 que había el año pasado, este año creció a 35. Son los 35 de la fama, un selecto grupo de destacados centros médicos latinoamericanos -en la región hay más de 20.000 de este tipo- que además de estar en la vanguardia de la calidad son pioneros en esto de transparentar sus gestiones, exhibir sus resultados y atreverse a participar de una comparación internacional.
Y es que a las instituciones se le solicitó una enorme cantidad de información a través de un cuestionario ad hoc, la cual fue revisada y verificada por nuestro equipo de investigación para crear los seis grandes indicadores que conforman el Índice de Calidad Hospitalaria: Seguridad y Dignidad del Paciente, Capital Humano, Capacidad, Gestión del Conocimiento, Eficiencia y Prestigio.
La metodología de esta investigación busca hacer el análisis sin importar el tipo de propiedad: participan de igual manera hospitales públicos, privados y universitarios, pues uno de los objetivos es conocer las fortalezas y desafíos de unos y otros. Para participar, además, el centro médico debe ofrecer múltiples y diversas prestaciones hospitalarias en diversos campos de la medicina, lo que deja fuera a aquellos que son especializados en sólo un área, pues requieren una metodología de análisis distinta.
En esta edición el Hospital Albert Einstein de São Paulo vuelve a ocupar el primer lugar, lo que hace atractiva su receta de gestión hospitalaria, la cual descansa en cuatro pilares: “Eficiencia, eficacia, seguridad del paciente y atención enfocada en hacer las cosas en un tiempo adecuado”, según Claudio Lottenberg, su presidente. Le sigue la Clínica Alemana de Santiago, también segunda en 2009. Se trata de dos hospitales privados de altísimo nivel y desempeño en todas las dimensiones estudiadas.
Sin embargo, el liderazgo de éstos dos es seguido muy de cerca por dos debutantes en el ránking: la Clínica Las Condes de Santiago (3°) y Fundación Santa Fe de Bogotá (4°). El caso del ingreso de la clínica chilena le pone pimienta local al ránking, pues tanto Las Condes como Alemana se disputan palmo a palmo el segmento de más altos ingresos de los santiaguinos, siendo ambas reputadas como las mejores del país y una de las más conocidas a nivel latinoamericano.
El caso de la colombiana Fundación Santa Fe es reflejo de la labor de esta entidad, que es además la primera en obtener la acreditación Join Commission de Colombia, hace pocos meses.
En la quinta posición quedó Hospital Das Clínicas, el gigante centro de salud de la Universidad de São Paulo (USP) y el primer universitario en el ránking. Sus magnitudes colosales y su filiación a una de las más importantes universidades latinoamericanas, lo hacen alcanzar los máximos puntajes en las dimensiones de Capacidad y Gestión del Conocimiento. Su vinculación con la USP es una fuerte ventaja en este caso.
El siguiente hospital universitario en el ránking es Fundación Valle del Lili, de Cali, Colombia, en la posición 7º, y en total son seis las instituciones dependientes de facultades de medicina las que forman parte de este ránking. Como grupo destacan porque son las que tienen las mayores tasas de investigación (el 71% de todos los papers de investigación ISI publicados por las 35 clínicas fueron producidos por profesionales de estos seis hospitales) y porque son las que tienen la mayor cantidad de enfermeras universitarias por cama.
Las siguientes posiciones del top 10 son ocupadas por un conjunto de hospitales privados que se caracterizan por tener excelentes desempeños en al menos dos dimensiones de las seis del estudio.
Un caso interesante es el de la costarricense Clínica Bíblica (6°), una de las más pequeñas del listado (sólo 7.000 egresos durante 2009, cuando el promedio es de casi 15.000), lo cual le ayudó a conseguir el primer lugar de la dimensión de Seguridad y Dignidad del Paciente. “La calidad en medicina equivale a seguridad del paciente, y no necesariamente contar con toda la gama de servicios hospitalarios o académicos”, dice el costarricense Jorge Cortés, director médico de Clínica Bíblica. “La gente debe entender, manejar y exigir el concepto de seguridad al paciente”.
Punch estatal. Aunque el listado de los 35 mejores es dominado por centros médicos privados y en menor medida, por universitarios, hay instituciones públicas que destacan por su buena gestión. El más encumbrado es el Hospital General de Medellín, que al ubicarse en la posición 22º, puede ser considerado como el mejor hospital público de la región. Le siguen en la categoría el Hospital Sótero del Río (25°), uno de los más grandes centros hospitalarios públicos de Chile, además de los costarricenses Hospital San Rafael de Alajuela (32°) y el San Juan de Dios de San José (33°).
“Es importante que los hospitales públicos nos comparemos con los privados, pues pese a todas las dificultades que podemos tener, el objetivo es el mismo: restablecer la salud de los pacientes, y para eso debemos tener muchos estándares de gestión parecidos”, dice el colombiano Sergio Augusto Vélez, director médico del Hospital General de Medellín.
Claro, las diferencias también existen, como en sus políticas de inversión en tecnología. “Los grandes hospitales privados de la región adquieren vanguardia tecnológica; sus adquisiciones de nuevas tecnologías ocurren tan rápidamente como lo hacen las clínicas más avanzadas de EE.UU. o Europa”, dice el mexicano Alejandro Paolini, director del área de Healthcare de la multiacional holandesa Philips para México y Puerto Rico, cuyos ingresos globales dependen un tercio del área de salud. “Los hospitales públicos toman más tiempo en sus decisiones, pues esperan que la tecnología se transforme en el estándar: ellos deben velar por la masividad de sus servicios y compran sólo la tecnología una vez que se ha transformado en el patrón de una práctica determinada”.
De hecho la gestión de la masividad es una de las ventajas competitivas de los hospitales públicos: mientras que las tasas de ocupación de camas promedio de los hospitales privados es de 75,6% y el de los universitarios es de 86,6%, para los públicos esa tasa es de casi 89,7%. Claro, la restricción presupuestaria también es una de sus características principales, lo cual se nota en sus planes de inversión: en promedio, los hospitales públicos del ránking incrementaron sus inversiones en 1,2% durante 2009, sólo un tercio de lo que hicieron las instituciones privadas.
Factor geográfico. Este ránking está marcado por el ingreso de instituciones mexicanas referentes, con la presencia de dos de los más linajudos miembros del Grupo Ángeles, el mayor grupo de salud de América Latina. Se trata de los defeños Ángeles Las Lomas (14º) y Ángeles Pedregal (15º), los que se agregan a Médica Sur (23º), el único mexicano presente en 2009.
Una buena noticia, considerando que México ha desarrollado una fuerte internacionalización de hospitales, muchos de ellos ubicados cerca de su frontera norte, los que se han orientado a atender a la demanda de estadounidenses que buscan alternativas a su colapsado sistema sanitario. Así, el país es uno de los que tienen más centros médicos (nueve en total) con acreditaciones de la Joint Commission, el estricto mecanismo de certificación estadounidense, que se ha transformado en la certificación más reconocida en gestión hospitalaria en el mundo.
No obstante, las instituciones mexicanas no son muy abiertas a dar a conocer sus indicadores de gestión. La poca transparencia castiga su presencia en este ránking, por lo que más lucen Médica Sur y los hospitales del Grupo Ángeles, el cual opera en red un grupo de 21 hospitales en todo México.
Otra noticia, en cuanto a los debutantes, es la llegada de hospitales y clínicas de Perú -Ricardo Palma (24°) y Angloamericana (29°)- y Ecuador -Metropolitano (26°) y Los Valles (28°)-, los que componen un conjunto inte-resante de clínicas privadas, casi todas de fundación relativamente reciente, que buscan abrirse paso adhiriendo a estándares internacionales, en circunstancias en que operan en países con bajo prestigio en cuanto al quehacer médico.
Colombia, en cambio, aportó con ocho hospitales a este listado, con lo que se transformó en el país con más instituciones, incluso por sobre Brasil, que sólo tiene siete.
El bloque de hospitales y clínicas colombianos en este selecto listado habla de la calidad de sus instituciones, pese a que aún requieren un trabajo en su proyección internacional: los indicadores de prestigio, construidos en base a sendas encuestas a médicos y lectores de AméricaEconomía reflejaron un bajo reconocimiento de su calidad.
La buena noticia para los colombianos es que eso es un problema que tiene remedio. Es lo que intentan hacer los hospitales de Medellín San Vicente de Paul (18°), Pablo Tobón Uribe (20°), el mismo General de Medellín (22°), Las Américas (30º) y León XIII (31°), los que -en conjunto con otros actores públicos y privados de la ciudad- vienen articulando un clúster de salud con la pretensión de atraer inversiones, pacientes y proveedores, con el fin último de convertir a Medellín en un polo productivo del sector salud.
Si bien esta vez sus hospitales no ocupan puestos de avanzada en el ránking, sus esfuerzos por conseguir acreditaciones y participar de estándares internacionales, seguramente los motivarán a cambios fructíferos.
Al menos han dado con la pista de la globalización del mercado de la salud, la que se presenta tanto en las relaciones con los proveedores tecnológicos o farmacéuticos, como en las fuentes de información de su capital humano (los posgrados en el extranjero son comunes en las instituciones líderes) e incluso en el origen de sus pacientes, quienes ya piensan en atenderse en cualquier zona del mundo, incluida América Latina.
Un filón que no todos pueden aprovechar, pues la competencia internacional se está haciendo intensa. “Se requiere de toda una estructura que va desde el idioma en el servicio, plataformas para recibir pagos desde el extranjero, hasta la calidad”, dice Lottenberg, presidente del Hospital Albert Einstein.
Una excelente noticia para la industria, que acercará su calidad a estándares internacionales, y para los pacientes, que verán cómo sus alternativas mejoran.
*NOTA METODOLÓGICA (pronto más información ampliada sobre la metodología de este ránking en mini sitio especial)
Qué hospitales pueden participar. Cualquier hospital o clínica de alta complejidad latinoamericana que preste múltiples servicios en una amplia gama de especialidades médicas, y que haya sido mencionado como referente por los ministerios de Salud de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Perú, Uruguay y Venezuela, u otras fuentes pertinentes. Pueden ser tanto públicos y privados, como universitarios. En total se invitó a más de 170 entidades prese-leccionadas de esos países, más hospitales de Cuba (que declinó participar) y Ecuador, países que fueron considerados mediante muestras más pequeñas y experimentales.
Qué hospitales participaron. Aquellos hospitales y clínicas que enviaron datos relevantes a través de un cuestionario que recoge información clave en torno a seis dimensiones de la calidad hospi-talaria, más un conjunto de documentos que avalan dicha información.
Qué mide el ránking. Seguridad y Dignidad del Paciente (25%), es decir, indicadores de procesos y resultados que permiten minimizar riesgos hospitalarios, y transparencia. Capital Humano (25%), considerando el análisis del plantel médico, de enfermería y el gobierno hospitalario. Capacidad (20%), es decir indicadores de cantidad de egresos, camas, especialidades médicas ofrecidas, exámenes de laboratorio, cirugías, etc., además de inversiones. Gestión del Conocimiento (10%), es decir, indicadores que permiten medir la capacidad de generar, obtener y difundir la vanguardia del saber médico en la entidad. Eficiencia (10%), considerando variables de eficiencia médica, como tasas de ocupación de camas o quirófanos, eficiencia financiera (balances y estados de resultado) y los mecanismos de gestión de la calidad. Y Prestigio (10%), que considera, a través de encuestas, la opinión de los médicos de los hospitales participantes y de los lectores de AméricaEconomía suscritos al portal web, y los hitos, logros y alianzas estratégicas alcanzadas por estas entidades.
*Para conocer el ránking completo, haga click aquí.