Pero en el nicho más alto, donde los clientes pueden pagar fácilmente más de 40 millones de dólares por un jet y más de 8 millones de dólares para equipar la cabina, el negocio al parecer está sobreviviendo a la desaceleración económica.
Washington. Basándose únicamente en los nuevos jets de lujo que fueron los máspopulares en la reciente convención anual de la Asociación Nacional deNegocios de Aviación en Atlanta, sería fácil pasar por alto que elnegocio de jets privados ha estado estancado en una depresión durantedos años.
Pero en el nicho más alto, donde los clientes puedenpagar fácilmente más de 40 millones de dólares por un jet y más de 8millones de dólares para equipar la cabina, el negocio al parecer estásobreviviendo a la desaceleración económica.
La víspera de laconvención, por ejemplo, el fabricante canadiense Bombardier asombró asus competidores en este sector al presentar, con grandes fanfarrias,dos grandes jets, lo mejor en su categoría y antes mantenidos ensecreto –el Global 7,000 y el Global 8000– al sorprendente precio de 65millones de dólares.
Brad Nolen, director de estrategia deproducto de Bombardier, dijo que los nuevos ultralargos aviones, quepodrán volar sin escalas en rutas de Pekín a Washington y de Nueva Yorka Mumbái, están enfocados a las corporaciones transnacionales y aindividuos con alto capital que desean viajar grandes distancias enaviones cuyas cabinas “imiten la comodidad del ambiente del hogar”.
Elanuncio de Bombardier fue hecho durante una lujosa fiesta en elaeropuerto ejecutivo DeKalb Peachtree en Atlanta, done fabricantes dejets privados y vendedores habían hecho llegar 100 jets para exhibirlos.
Gulfstreamtambién presentó el lujoso interior de un nuevo modelo previamenteanunciado en la más alta categoría, el Gulfstream g650 de 60 millonesde dólares, cuya característica más notable es que puede volar a casila velocidad del sonido. Gulfstream tiene ya unos 100 pedidos en firmepara el modelo.
En tanto, en la exhibición en el aeropuertoDeKalb, los representantes del fabricante brasileño Embraer mostraban asus clientes potenciales el interior de su nuevo modelo Lineage 1000,un jet tan grande como un avión comercial. Precio: unos 50 millones dedólares.
Ciertamente es verdad que la industria de los negociosde aviación, que incluye aviones civiles de toda clase, desde los dehélice con un motor hasta los jets intercontinentales más poderosos, seha visto sacudida.
Y esto incluye especialmente a los jets. Unpronóstico de Honeywell Aerospace advierte que las entregas de jetsnuevos descenderán aproximadamente 17 por ciento este año, después deuna caída de 34 por ciento en 2009 –cuando se entregaron 849 jets encomparación con 1,313 en 2008-. Las 2008 entregas, un récord, habíansido el remate de un periodo de cinco años de ventas en constanteascenso en la industria.
Afectados por la crisis. Alo largo de dos años, las empresas estadounidenses cerrarondepartamentos de vuelo y vendieron jets corporativos de todos lostamaños –en parte por la mala reacción del público (y los accionistas)contra lo que se percibió como excesos-.
El que el mercado hayapodido mantenerse o incluso crecer en el caso de los jets más carosindica que la riqueza internacional se está expandiendo, así como lacapacidad de algunos clientes ricos de volar bajo el radar, por asídecirlo, porque no informan a sus accionistas o mesas directivaspreocupadas por las percepciones.
Los datos sobre envíos de jets privados de la Asociación General de Fabricantes de Aviones comprueba lo anterior.
Sibien las ventas de jets han descendido en general, el nicho llamado“heavy metal”, donde se hace hincapié en lujo y capacidad para vueloslargos, se mantiene en excelente forma.
Bombardier, por ejemplo,entregará este año 51 de sus jets Global Express, con un costo de 40millones de dólares, el mismo número que el año pasado, y más que los46 de 2008.
En 2009, Gulfstream entregó 88 de sus modelos G300a G550, que cuestan entre 33 y 50 millones de dólares, en comparacióncon 79 en 2008. Y Dassault espera entregar este año 32 de sus modelosFalcon 7X, valuados en 50 millones de dólares, en comparación con 21del año pasado.