La compra del 20% del accionariado del Atlético de Madrid por el chino Wang Jianlin, o el desembarco del singapurés Peter Lim en el Valencia muestran el nuevo interés que el balompié español ha despertado en los magnates orientales.
Que el fútbol atrae a las grandes fortunas es un hecho probado en la última década, en las cuales este deporte ha visto cómo equipos como el Chelsea inglés levantaba el vuelo de la mano del millonario ruso Roman Abramovich, o más recientemente el Paris Saint-Germain hacía lo propio a través del dinero de la empresa Qatar Sports Investments y con el catarí Nasser Al Khelaifi como presidente.
En España, tan solo se habían presenciado algunas tentativas dudosas como la del ucraniano con pasaporte estadounidense Dimitri Piterman (Palamós, Racing de Santander, Alavés) o el indio Ahsan Ali Syed, también en el Racing.
Málaga vivió en el verano de 2010 la compra de su equipo de fútbol por parte del empresario catarí Abdullah Bin Nasser Al-Thani, miembro de la familia real. Fichajes como los de Santi Cazorla, Isco Alarcón, el argentino Javier Saviola, el paraguayo Roque Santa Cruz, o el brasileño Julio Baptista alumbraron esta etapa.
El equipo de la Costa del Sol consiguió la clasificación a la Liga de Campeones dos años después, y alcanzó los cuartos de final en la competición en la temporada 2012-13, cuando fue derrotado por el Borussia Dortmund alemán. A partir de entonces, la inversión catarí se aminoró y llegaron las ventas, aunque el jeque sigue.
En octubre del pasado 2014 se confirmó la llegada del singapurés Peter Lim al Valencia tras comprar el 70 por ciento de la entidad a la entidad bancaria Bankia y traer a jugadores como Álvaro Negredo, Rodrigo Moreno, el portugués André Gomes o el argentino Enzo Pérez.
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EL ÚLTIMO DESEMBARCO
El último desembarco oriental en la Liga española fue el pasado 21 de enero con la compra del 20%de las acciones del Atlético a cambio de 45 millones de euros (unos US$50 millones) por la empresa china Dalian Wanda Group. La compañía del millonario chino Wang Jianlin también había hecho una oferta por el Valencia en su momento.
Para el abogado y economista José María Gay de Liébana, profesor de la Universidad de Barcelona, el precio que ha pagado Jianlin por el 20% de un club con aspiraciones a títulos españoles y europeos puede considerarse "barato" y es "una inversión estratégica" que trasciende lo deportivo.
"Si soy un empresario chino que quiero abrirme paso en España, ¿dónde voy a aterrizar mejor que en Madrid? Es un buen momento porque el mercado inmobiliario en España está barato para comprar extensiones de terreno y elaborar grandes proyectos", apunta Gay de Liébana.
La empresa de Jianlin tiene la propiedad del Edificio España de Madrid, y pretende construir un centro de ocio, hoteles y viviendas en el barrio de Campamento de la capital.
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"No es lo mismo venir a Madrid como un mero inversor chino que como accionista de referencia en el Atlético", agrega Gay de Liébana. En el caso de Al-Thani y el Málaga también había un negocio urbanístico: la ampliación del puerto de La Bajadilla (Marbella), actualmente parada.
Para Javier Rodríguez Ten, doctor en Derecho especialista en el ámbito deportivo y miembro del Consejo Asesor de la web Iusport, estas compras son más que una inversión económica -ya que los clubes de fútbol no suelen repartir beneficios-, sino que permiten una plataforma de entrada a Europa para el empresario.
La manera de entrar en el accionariado de un equipo español requiere que este sea una Sociedad Anónima Deportiva (condición que cumplen los equipos de Primera y Segunda excepto los clubes Real Madrid, Barcelona, Osasuna y Athletic de Bilbao). Las acciones son nominativas, y una persona o empresa que tenga el 5% en un club no puede tener acciones en otra que supongan ese porcentaje.
"Para adquirir acciones de una SAD hay dos requisitos. Si pasa a tener más del 25 por ciento de derechos de voto, necesitas autorización previa del Consejo Superior de Deportes, que verifica que no tengas el 5 por ciento en otro club o si hay indicios de que pueda afectar a la limpieza de la competición. Si es una compra de más del 5% pero menos del 25, solo hay que notificarlo al CSD ", detalla Rodríguez.
En el caso de la compra de acciones del Atlético, al ser un 20 por ciento el presidente del grupo Wanda solo tendrá que notificar al organismo estatal del deporte español, pero no requerirá autorización.
La última vez que el CSD prohibió una compra de acciones por fue el pasado año 2014, cuando una empresa propiedad de la hermana de Enrique Pina, presidente del Granada, intentó comprar el 49% de los títulos del Cádiz. El Granada B y el Cádiz compiten en el mismo grupo de Segunda División B.
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EL AGOTAMIENTO DE LA PREMIER
La llegada de Wang Jianlin responde, en palabras de Gay de Liébana, al "agotamiento" de la Premier League inglesa, en la que más de una decena de clubes tienen inversores extranjeros, con capitales rusos, norteamericanos y árabes.
"Ha llegado la Premier a un punto de madurez, y el inversor busca nuevos mercados. La liga italiana está de capa caída, y la francesa requiere una gran inversión para plantar cara al PSG. España se puede convertir en objeto de deseo", explica el economista, que apunta también a la llegada de patrocinadores chinos al Espanyol de Barcelona, la Real Sociedad de San Sebastián o el Rayo Vallecano.
La búsqueda de negocio a veces deja lugar a sorpresas, como la que vivió el Real Oviedo en noviembre de 2012. El club, en Segunda División 'B', necesitaba 1,8 millones de euros (más de US$2 millones) para no desaparecer, que se fueron recaudando por donaciones entre simpatizantes.
Lo que no esperaban es que el multimillonario mexicano Carlos Slim aportara 2 millones más para una ampliación de capital. El equipo es ahora serio candidato al ascenso a Segunda 'A'.