El uso de un "dispositivo de desactivación" ha mostrado que existe una práctica amplia, aunque legal, de manipular las pruebas, lo que ha permitido que el óxido de nitrógeno en el mundo real haya alcanzado niveles superiores a los límites fijados en Europa.
Paris. El escándalo que ha desatado el grupo Volkswagen con la adulteración en pruebas de emisiones podría afectar negativamente las expectativas de la industria europea del automóvil y causar a Renault, Peugeot o Fiat Chrysler problemas mayores que los está sufriendo el grupo alemán.
El uso de un "dispositivo de desactivación" ha mostrado que existe una práctica amplia, aunque legal, de manipular las pruebas, lo que ha permitido que el óxido de nitrógeno en el mundo real haya alcanzado niveles superiores a los límites fijados en Europa.
Una nueva iniciativa para cerrar los vacíos en las pruebas comunitarias podría aumentar en miles de millones de euros los costos de los motores diesel y golpear sobre todo a los fabricantes de coches pequeños, al tiempo que la demanda se dirige hacia los coches híbridos, donde los europeos tienen un retraso de varios años frente a los competidores japoneses.
"Las prácticas descubiertas en VW acelerarán el cambio", dijo un alto ejecutivo de un proveedor francés de tecnología utilizada para las emisiones de diesel. "Algunos fabricantes de automóviles no están preparados para ello".
A corto plazo será VW el que sufrirá las consecuencias del escándalo de las emisiones, revelado por las autoridades estadounidenses el 18 de septiembre.
Es incluso posible que el grupo alemán tenga que ampliar capital si el costo de las multas, indemnizaciones y reparaciones supera los 6.500 millones de euros que la compañía ha provisionado, dijo el jueves una fuente de VW a Reuters.
Pero cuando el río vuelva a sus cauces después del escándalo, los fabricantes más pequeños podrían experimentar consecuencias más graves.
La mala fama del diesel puede obligar a los fabricantes a invertir miles de millones para solucionar los problemas vinculados al óxido de nitrógeno y otros miles de millones para desarrollar coches híbridos.
La industria se enfrenta ahora a fuertes costos adicionales para "comercializar una tecnología que puede tener un futuro limitado a largo plazo", dijo el analista de Morgan Stanley, Adam Jonas. "Además, tienen la obligación de desarrollar simultáneamente sistemas de propulsión alternativos".
Goldman Sachs cree que nuevas propuestas regulatorias podrían encarecer en 300 euros la fabricación de un motor diesel, que ya cuesta en la actualidad unos 1.300 euros más que un motor de gasolina.
Esto es una amenaza para la existencia de los pequeños vehículos diesel, que representan actualmente alrededor del 60 por ciento de las ventas europeas de PSA Peugeot Citroen y de Renault, y el 40 por ciento de las ventas de Fiat. Para Volkswagen, que fabrica una mayor proporción de coches grandes y Premium, el sobrecosto puede ser absorbido más fácilmente.
Los cuatro fabricantes de automóviles no quisieron comentar sobre el impacto a largo plazo del escándalo de las emisiones.
En una carta a los responsables políticos de la UE esta semana, el principal grupo de presión de la industria insistió en que no era posible lograr un progreso significativo en la reducción del oxido de nitrógeno.