En 2012 los brasileños destronaron a los canadienses como los principales turistas internacionales y los superaron en la adquisición de inmuebles.
Pese a que el portugués aún no conquista del todo a la ciudad multicultural, los brasileños parecen sentirse en casa.
“Hay un love affair entre los brasileños y Miami que ha ayudado a sus economías”, afirma Rolando Aedo, vicepresidente ejecutivo de la Oficina de Turismo y Convenciones del Gran Miami.
En 2012 los brasileños destronaron a los canadienses como los principales turistas internacionales y los superaron en la adquisición de inmuebles. El año pasado 690.000 brasileños visitaron Miami, un alza de 8,8% respecto a 2011, y se calcula que gastaron US$1.500 millones, según cifras preliminares.
“Para nosotros ha sido algo muy importante; el turismo ha levantado la economía en general y en el centro de ese turismo están los brasileños, en los bienes raíces, en el comercio y están abriendo negocios”, afirma Aedo.
Un año después que estalló la crisis, el índice de desempleo en el condado de Miami-Dade rondaba casi un 12%, el sector de la construcción comenzó a desplomarse y aumentaba el número de viviendas que pasaban a manos de los bancos.
Además de la proximidad geográfica entre Miami y las principales ciudades brasileñas, separadas por cerca de ocho horas de vuelo en promedio, la gran oferta de vuelos entre Brasil y Florida contribuye con el “intenso flujo de turismo que se observa ahora”, dice el Cónsul General de Brasil en Miami, Hélio Vitor Ramos Filho.
Actualmente hay 123 vuelos semanales entre Brasil y Florida, y “el Consulado General cuenta con información que sugiere que esta oferta será ampliada” a finales del año.
El crecimiento económico sostenido de Brasil también es un factor a considerar, ya que hoy en día más brasileños pueden viajar al extranjero que hace diez o 20 años. El cambio de divisas, por último, siempre influye en las decisiones de viaje de los nacionales de cualquier país, y lo mismo es cierto para Brasil, ilustra el diplomático.
Aedo califica de “increíble” el impacto de los brasileños en la economía del sur de Florida y pronostica que habría un explosivo crecimiento del turismo si el gobierno de Estados Unidos aprueba a Brasil el programa de visa-waiver. En ello coincide el cónsul brasileño.
“Si Brasil fuera incluido en el programa visa-waiver probablemente habría una explosión del turismo brasileño a Estados Unidos. La exigencia de visa sigue siendo un obstáculo para muchos viajeros potenciales de Brasil a Estados Unidos, ya que, en Brasil, el proceso de solicitud de visa puede representar gastos adicionales de viaje y alojamiento doméstico, aumentando el costo de la visita considerablemente”, explica.
Ingresar a ese programa es una decisión de las autoridades estadounidenses, por lo que el diplomático brasileño considera que no es posible saber si los brasileños podrán beneficiarse del mismo este año. Pero como el tema es objeto de diálogo constante entre las cancillerías de ambos países, “nuevos desarrollos pueden ocurrir a lo largo de los próximos años”.
Un aspecto positivo que resalta el diplomático es que Estados Unidos ha logrado disminuir el tiempo de espera por una visa en Brasil, “lo que ha resultado en un aumento en el número de turistas brasileños”.
Aedo explica que en 2012 se implementaron varios sistemas para tramitar más visas de turistas y de otras categorías y mencionó que se aumentó el número de funcionarios en los consulados para procesar los visados; con ello el tiempo de espera bajó de 100 días a inicios de ese año a cinco días.
FOR SALE
El poder adquisitivo de los brasileños ha beneficiado al otro pilar de la economía miamense: bienes raíces. En 2011 superaron a los canadienses como compradores internacionales en el sur de Florida.
Liza Méndez, presidenta electa de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Miami y propietaria de la empresa Pedro Realty International, asegura que los brasileños representaron el 60% de los compradores internacionales en Miami el año pasado.
Hélio Vitor Ramos Filho destaca que en los últimos años se ha registrado un aumento en las compras de inmuebles por parte de los brasileños, “un fenómeno que puede ser atribuido, en parte, a la crisis financiera de 2008 y al consiguiente abaratamiento de propiedades en el estado. Algunas de las grandes ciudades brasileñas también han sufrido con la sobrevalorización de inmuebles”, lo que aumenta el atractivo de Miami por sus precios bajos.
Según las cifras disponibles, un 61% de estos “nuevos vecinos” compraron condominios (en 2011 fue el 53%). El 42% adquirió la propiedad para pasar vacaciones, y el 67% prefiere el área de Miami-Fort Lauderdale.
“El impacto ha sido muy positivo porque ha ayudado a dinamizar el sector de bienes inmuebles. Siguen viniendo, los brasileños están fuertes y eso genera una cadena de impactos en los restaurantes y los centros comerciales”, asevera.
Puede que esto no les guste tanto a las autoridades tributarias de EE.UU. y Brasil: la mayoría de los brasileños compran las propiedades en efectivo, a un precio promedio de entre US$200.000 y US$299.000, “un poco más alto que otros compradores extranjeros”, dice Méndez.