"La propuesta más importante que llevamos (Venezuela) es que se realice lo más pronto posible una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de países OPEP y no OPEP para coordinar una política estratégica para los próximos 10 años", afirmó el mandatario.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, auguró el martes que la reunión técnica de los países productores de petróleo prevista para el próximo 21 de octubre en Austria, "traerá buenas noticias" a la economía global.
Maduro destacó la importancia de la venidera cita en la que participarán expertos de los Estados que integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y naciones productoras no penetecientes al grupo para defender los precios del crudo.
"La propuesta más importante que llevamos (Venezuela) es que se realice lo más pronto posible una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de países OPEP y no OPEP para coordinar una política estratégica para los próximos 10 años", afirmó.
El dignatario aseguró que de adherirse los Estados convocados al encuentro, a la propuesta de un plan para la futura década "pudiéramos ver un año 2016 de estabilización y recuperación de los precios" de este principal energético.
Asimismo, sostuvo la necesidad de que el año venidero constituya un período de arranque de un nuevo esquema de fijación de precios, que a su juicio, debe tener un piso mínimo de 70 dólares el barril de petróleo.
Rusia y Venezuela son países señalados por Maduro como los objetivos fundamentales de esta "guerra del petróleo", propiciada a su juicio por grupos de presión (lobbys) de Estados Unidos, Europa y naciones del Medio Oriente.
Sin embargo, consideró que lejos de afectar a Moscú y a Caracas, las acciones de los grupos internacionales que juegan al detrimento del crudo impactan negativamente en las transnacionales al encarecer los costos de producción.
"Las propias empresas transnacionales que no pueden producir a 40 dólares el barril, está retirando las inversiones en casi todos los lugares del mundo (...) ellas necesitan un piso de 70 dólares para seguir produciendo", acotó.
Misma realidad, apuntó, enfrentan los extractores del petróleo de esquisto, en su mayoría estadounidenses, mediante la técnica de la fractura hidráulica con costos de producción que ascienden a los 90 dólares por barril.
Por ello, Maduro abogó por el establecimiento de una banda de precios que varíe y fluctúe de acuerda a la realidad del mercado, por lo que afirmó tener la certeza de que este planteamiento es "correcto y justo".
"La economía mundial necesita que su energético principal tenga estabilidad en el mercado y los precios (...) necesitamos quitarle a los especuladores el negocio del petróleo", agregó el mandatario suramericano.
Al término de este martes, el petróleo venezolano cerró en 41 dólares por barril, lo que representa un descenso en 60 por ciento del precio acostumbrado por el Estado venezolano.
No obstante, el presidente Maduro indicó que "Venezuela seguirá su camino" independientemente de las cotizaciones petroleras y ratificó su compromiso con las garantías sociales de la población.
A la reunión técnica que se efectuará en poco más de dos semanas en Viena, capital de Austria, asistirá el ministro venezolano de Petróleo y Minería, Eulogio del Pino, quien inicialmente anunció este encuentro entre expertos.
Asimismo estarán presentes comisiones de países productores que no conforman la OPEP, como Azerbaiyán, Brasil, Colombia, Kazajistán, Noruega, México, Omán y Rusia, esta última la mayor productora de crudo en el mundo con un volumen diario de más de 10,7 millones de barriles.
La OPEP por su parte, mantiene un techo de producción de 30 millones de barriles, cifra correspondiente al 40 por ciento del consumo global.