El magnate se benefició de una decisión tomada la semana pasada por la Corte Suprema de aceptar un habeas corpus presentado por su defensa.
Río de Janeiro. El empresario brasileño Eike Batista, quien llegó a ser la séptima mayor fortuna del mundo y el hombre más rico de Brasil, dejó hoy la cárcel en la que estaba detenido desde finales de enero por corrupción, y fue trasladado a su residencia particular, donde cumplirá un régimen de prisión domiciliaria.
El magnate se benefició de una decisión tomada la semana pasada por la Corte Suprema de aceptar un habeas corpus presentado por su defensa, que pedía su salida de la cárcel gracias a que colabora con las investigaciones del caso en el que está acusado.
Batista fue detenido en enero por participar supuestamente en una trama corrupta que lideraba el entonces gobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral, también en prisión por ese mismo asunto, acusado de haber pagado cerca de US$16,5 millones para sobornar a Cabral a cambio de ganar diversos contratos con el sector público.
Batista, de 60 años y con una fortuna calculada en unos US$30.000 millones, compartió desde finales de enero una celda de 15 metros cuadrados con otros seis presos acusados de desvíos relacionados con el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.