Un informe sectorial sostiene que la situación del parque eléctrico en este país está en un estado "aún más precario" que cuando se decretó la emergencia.
Los apagones que se producen a diario y sin programación alguna en la mayoría de los estados del país, dejan muy en claro que la frase "la crisis eléctrica ha sido superada", pronunciada por el ministro de Electricidad, Alí Rodríguez Araque, está lejos de la realidad.
Por el contrario, la situación del parque eléctrico está en un estado "aún más precario" que cuando se decretó la emergencia, según un informe sobre la Crisis Eléctrica, elaborado por José Aguilar, ingeniero aeronáutico y astronáutico, y Víctor Poleo, ex director general de Electricidad del ministerio de Energía y de Electrificación del Caroní.
Y uno de los principales motivos, detalla el documento, es la mala planificación de los recortes eléctricos que se ejecutan en el país.
"No se genera electricidad cuando existe la cantidad de agua necesaria, y no se recorta cuando hay que hacerlo", dice el informe.
Cuando la crisis estuvo en su peor momento, la responsabilidad se le atribuyó a la baja del nivel del Guri. Sin embargo, los expertos aseguran que esa nunca fue la causa de las fallas en el sector.
La muestra, dice el estudio, es que ahora que la presa se recuperó, aún ocurren los incidentes, y en algunas regiones del país con más fuerza que antes.
"El problema no se origina en la falta de agua, sino en la falta de unidades disponibles en el Guri y en el bajo Caroní, a las que se suman las unidades con serias limitaciones en el parque de generación termoeléctrica", cita el documento.
Faltas y más faltas. Además de la falta de unidades, debe añadirse al problema energético el hecho de que la mayoría de los "proyectos estructurantes" que estaban establecidos desde hace varios años, aún no han sido ejecutados.
Y esta, aunado a la falta de mantenimiento y de inversión, (que han recomendado tanto los expertos como trabajadores en muchas oportunidades), es la causa de que actualmente el índice de indisponibilidad de las unidades haya aumentado, y que con esto se impacte negativamente toda la cadena de generación.
Además, se han excedido los límites máximos de generación del bajo Caroní, por lo que ahora no se puede explotar todo el potencial de las plantas.
"Las fallas de las unidades son el resultado del mal manejo del Guri y una pobre planificación", afirman los expertos en su estudio.
Generación en descenso. Según el informe, la generación hidroeléctrica del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), en lo que va de 2010, ha habido un descenso de 25.3 GWh, en comparación con el mismo período del año pasado.
"Adicionalmente, aunque los recursos han sido asignados a las plantas, no llegan a ellas en la cuantía y justo momento que se requieren", indican.
Sólo en Edelca, la caída ha sido de 11% y en las unidades de Cadafe de 33,3%.
También agregan que la ausencia de gas natural como combustible eléctrico en cantidad suficiente y la no disponibilidad, provoca un aumento al doble en los costos de mantenimiento en las unidades turbo gas al operar con diesel.
En la planta Pedro Camejo, en particular, destacan que las horas equivalentes de operación, de la unidad 11 en Valencia, están por encima de las horas recomendadas por el fabricante.
A consecuencia de este abuso, la unidad se ve limitada en potencia y se corre el riesgo de una "falla catastrófica, que podría dejar inactiva la unidad por 6 a 9 meses y $65 millones en daños potenciales".
"Lo expuesto es producto de la desincronización de la gestiones entre Pdvsa y Corpoelec", aseguran los analistas, quienes afirman que esta situación es en la práctica "una bomba de tiempo", ya que ambas industrias son vitales para el país.