Los coches eléctricos puros y los híbridos, que combinan batería eléctrica con motor diésel o gasolina, representaron el 52% de las ventas de coches nuevos en 2017, frente al 40% de 2016, dijo el independiente Norwegian Road Federation (OFV).
Oslo. Las ventas de coches eléctricos e híbridos supusieron más de la mitad de las matriculaciones de Noruega en 2017, un récord propiciado por unas generosas subvenciones que amplían la ventaja del país en la transición desde los motores de combustión interna, mostraron datos el miércoles.
Los coches eléctricos puros y los híbridos, que combinan batería eléctrica con motor diésel o gasolina, representaron el 52% de las ventas de coches nuevos en 2017, frente al 40% de 2016, dijo el independiente Norwegian Road Federation (OFV).
“Nadie más se acerca” en lo que respecta a la cuota nacional de coches eléctricos, dijo el jefe de la OFV, Oeyvind Solberg Thorsen. “Por primera vez, vemos al mercado de los combusibles fósiles por debajo del 50%”.
Noruega exime del pago de numerosos impuestos y peajes de autopistas a los coches eléctricos, y a menudo sus propietarios pueden aparcar y cargar sus vehículos gratuitamente. Por otra parte, casi toda la electricidad del país es por generación hidroeléctrica, por lo que la transición ayuda a reducir la contaminación atmosférica y a luchar contra el cambio climático.
El año pasado, la Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que Noruega estaba muy por delante de otros países como Holanda, Suecia, China, Francia y Reino Unido en ventas de coches eléctricos.
Según los criterios de la AIE, que excluyen coches híbridos con pequeños motores eléctricos no enchufables, las ventas de coches eléctricos de Noruega escalaron hasta el 39% en 2017 desde el 29% de 2016. Holanda fue segunda a gran distancia con un 6,4%.
“La transición ha ido más rápido de lo que pensábamos y todos los grandes fabricantes de coches se están apuntando a la producción de coches de combustible no fósil”, dijo Thorsen a Reuters. Las políticas de impulso al coche eléctrico de Noruega contrastan con su gran producción de petróleo y gas.
Christina Bu, directora de la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos, que representa a sus propietarios, dijo que era demasiado pronto para reducir los incentivos al coche eléctrico y recordó que el Parlamento se ha fijado el objetivo de reducir gradualmente las ventas de vehículos con combustibles fósiles en 2025.
“Es un objetivo ambicioso que está a solo siete años de distancia”, dijo a Reuters.
El año pasado, el llamado “Impuesto Tesla”, un plan del gobierno conservador noruego para recortar las subvenciones al coche eléctrico en un país con 5,3 millones de habitantes, fue finalmente aparcado en las negociaciones para los presupuestos de 2018.
Las ventas de coches en Noruega el año pasado estuvieron lideradas por el Volkswagen Golf, el BMWi3, el Toyota Rav4 y el modelo X de Tesla. El coche de la compañía estadounidense dirigida por Elon Musk es un eléctrico puro, mientras que el resto tienen versiones eléctricas o híbridas.
En general, las ventas de coches eléctricos puros subieron al 21% en 2017 desde el 16% de 2016.
Las ventas de coches diésel, en cambio, se desplomaron del 31 al 23%. En algunas regiones noruegas, los peajes para coches diésel son más caros que para los de gasolina.
España, todavía lejos. España aún no figura en la lista de principales matriculadores de coches eléctricos de la AIE, aunque el proceso de adopción se está viendo acelerado por las subvenciones públicas y los cambios en la forma de moverse en grandes ciudades.
En 2017, los turismos eléctricos e híbridos representaron el 5,1% de las ventas de coches nuevos, frente al 3,0% de 2016, según datos de la patronal doméstica ANFAC publicados la víspera.
En una nota de prensa divulgada el martes, el lobby de coches eléctricos AEDIVE dijo que las matriculaciones de vehículos puramente eléctricos e híbridos fueron más de 2 veces superiores en 2017, alcanzando las 13.021 si se suman todos los tipos de vehículos.