Ya que España es el principal suministrador de vino a México en términos de valor, el vino español ha mantenido su liderazgo en el mercado mexicano durante los últimos años, representando cerca de un tercio del total del vino importado.

Excelsior.com.mx. En el marco de la “VIII Muestra de Vinos de España” y con el objetivo de establecer relaciones comerciales en el país, 40 bodegas españolas expusieron el martes su extensa oferta de vinos provenientes de diferentes regiones de España, frente a público, distribuidores e importadores mexicanos.

El evento, inaugurado por el nuevo Embajador de España en México, Luis Fernández-Cid, reunió 254 etiquetas de diversas regiones de larga tradición vinícola, que representan 28 de las 90 Denominaciones de Origen registradas actualmente en España, como parte de una iniciativa dirigida al fortalecimiento de la oferta de vinos españoles en nuestro país. Pero ¿cuál es la situación del mercado del vino español en México y cuáles son las necesidades de los consumidores en nuestro país?

México añejo. Ya que España es el principal suministrador de vino a México en términos de valor, el vino español ha mantenido su liderazgo en México durante los últimos años, representando cerca de un tercio del total del vino importado. Del mismo modo, en 2013, las exportaciones de vino de España a México ascendieron a US$63.5 millones, es decir, un 29% de la importación de vino de México.

Así, España supera en US$4.6 millones las exportaciones totales de 2012 a México, de acuerdo con Francisco Javier Garzón Morales, Consejero Económico y Comercial de la Embajada de España en México. Asimismo, aunque la producción local gana día a día popularidad, las importaciones dominan el mercado con cerca del 71% de las ventas, según el Consejo Vitivinícola Mexicano.

De esta forma es que el consumo del vino en México ha evolucionado positivamente en años recientes con crecimientos consolidados. Además, gracias a la variada gama de precios de vinos españoles, se ve reflejado un incremento en la compra de esta bebida por parte de diferentes sectores socioeconómicos; sobre todo entre la población de clase media de entre 25 y 35 años.

Debido a que México es el quinto mercado fuera de Europa, sólo después de Estados Unidos, Canadá, Japón y China; además de ser el primer mercado en Latinoamérica para el vino de España, es que este país se esfuerza por satisfacer las necesidades de sus consumidores, según señaló Garzón en entrevista para Dinero en Imagen.

“Es cierto que [México] no es un mercado muy grande pero esperamos que cumpla nuestras expectativas y es por eso que nos esforzamos en tratar de satisfacer al consumidor mexicano”, señaló. “Al consumidor mexicano le gusta probar, le gusta conocer cosas nuevas y eso es algo que nosotros tratamos de aprovechar y satisfacer”, dijo.

Las nuevas caras del vino. De acuerdo con el enólogo Jesús Díez, el marketing de la industria vinícola ha cambiado sus estrategias, no sólo en España, sino en cualquier parte del globo. Díez reconoce seis estrategias de marketing dentro de la industria:

Una de las estrategias que aplica hoy en día la industria vinícola es el ‘experiential marketing’, muy común en Estados Unidos y en Europa; caracterizado por etiquetas innovadoras, de autor y especiales para cada vino; además de atmósferas que invitan a ‘vivir’ las cosechas con cada uno de los sentidos.

El nuevo marketing de la industria es un tema más. Éste apuesta por la dinámica joven: desde uvas nuevas, hasta las nuevas zonas de cosecha, pasando por las recomendaciones de boca a boca y redes sociales, hasta apps enfocadas al público joven amante de los vinos.

Asimismo, como parte de la innovación que exige el mercado, además de considerar aspectos nuevos, se habla de renovar constantemente. Un elemento que sufre cambios a menudo es la etiqueta de los vinos, en muchos casos, año con año.

Además dentro de la nueva dinámica de la industria vitivinícola, poco a poco se consolida una gama alta pero accesible a cualquier bolsillo.

Por otro lado, las tendencias del mercado indican un crecimiento en el gusto por los vinos blancos y rosados; por lo que atrás quedó la siempre infinita predilección por el vino tinto.

Y por último, la ‘desmitificación’ de la copa es otro elemento importante. Es común ver ahora copas sin tallo (o pie), pues el mercado está deseoso de probar el vino y sentirlo y dejar atrás ceremonias, de acuerdo con Díez. De esta forma, es posible tomar el vino de una forma mucho más práctica.

“Un vino no se escoge muchas veces por la uva, sino por cómo se ve”, sentenció Díez.

En tanto, el Embajador destacó que algunas de las bodegas presentes en la Muestra elaboran su vino a partir de cepas antiguas y cepas nuevas que combinan prácticas de cultivo tradicionales con las técnicas y procesos tecnológicos más vanguardistas, incluyendo vinos ecológicos. “Lejos de anclarse en el pasado, el sector vitivinícola español sigue apostando por la investigación e innovación, para conseguir vinos de las mejores calidades”, señaló.