México luchaba por superar un desacuerdo entre los países ricos y pobres por el futuro del recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero este viernes, mientras las conversaciones climáticas entre 190 naciones se acercaban a su fin.
Cancún, México. México luchaba por superar un desacuerdo entre los países ricos y pobres por el futuro del recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero este viernes, mientras las conversaciones climáticas entre 190 naciones se acercaban a su fin.
Los delegados indicaron que hubo poco progreso en las negociaciones nocturnas en el centro turístico de Cancún, México, en el último día de una cumbre de dos semanas. Las discusiones podrían extenderse durante la noche hasta este sábado 11 de diciembre.
"Está en manos de la presidencia mexicana", dijo a Reuters John Ashe, encargado del futuro del Protocolo de Kioto, un pacto que actualmente compromete a casi 40 naciones ricas a reducir los gases invernaderos hasta el 2012.
La reunión busca un modesto acuerdo para crear un fondo de ayuda a las naciones en desarrollo, proteger las selvas tropicales y diseñar un mecanismo para compartir tecnologías limpias. Las ambiciones son menores luego de que la cumbre de la ONU en Copenhague el año pasado no produjo ningún tratado.
La ministra de Relaciones Exteriores mexicana Patricia Espinosa, presidenta de las conversaciones en Cancún, está liderando los esfuerzos por alcanzar un acuerdo en torno al futuro de Kioto, que bloquea el progreso en otros temas.
El primer ministro británico, David Cameron, llamó por teléfono a su par japonés, Naoto Kan, para discutir la disputa, luego de que Tokio dijo que no firmaría una extensión del protocolo más allá del 2012, irritando a los países en desarrollo.
Un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores japonés indicó que Kan trabajaría para lograr un progreso en las conversaciones. Los delegados de Gran Bretaña y Brasil también están intentando destrabar un acuerdo.
Ashe dijo que era "difícil saber" si se avanzaría este viernes. Espinosa estaba negociando nuevos textos para los delegados.
"Al menos hay confianza en que (la ministra) puede ofrecer algo para que ellos lo consideren. Este no fue el caso en Copenhague. Si hay algo que hemos aprendido en Cancún es que la confianza se ha restaurado", declaró a Reuters.
La cumbre en Dinamarca colapsó, con apenas un acuerdo no vinculante para limitar el aumento de las temperaturas a menos de 2 grados Celsius por debajo de la era pre industrial. Otro fracaso en Cancún podría dañar fuertemente las conversaciones de Naciones Unidas.
Tokio insiste en que todos los grandes emisores, entre ellos China, India y Estados Unidos, deben quedar comprometidos en un nuevo tratado que reemplace al de Kioto.
Los países en desarrollo argumentan que las naciones ricas, que han emitido la mayor parte de los gases invernaderos quemando combustibles fósiles desde la Revolución Industrial, deben extender Kioto en vez de que los estados más pobres acepten recortes que afectarían su intento de poner fin a la pobreza.