Dentro de las modificaciones que hicieron los congresistas a la iniciativa gubernamental de legislación reglamentaria de la reforma energética se da "un ajuste muy importante al régimen fiscal de Pemex", indicó el gobierno.
México. México espera que la reforma energética reduzca la carga fiscal de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) en unos 90.000 millones de pesos (US$6.854 millones) en cinco años, lo que contribuirá a que aumente su producción en 40% para 2025.
Dentro de las modificaciones que hicieron los congresistas a la iniciativa gubernamental de legislación reglamentaria de la reforma energética se da "un ajuste muy importante al régimen fiscal de Pemex", dijo el subsecretario de Ingresos del Ministerio de Hacienda, Miguel Messmacher.
Ese ajuste implica "una disminución significativa de la tasa que va a aplicar a las utilidades de Pemex (actualmente de más de 70%), y además con un incremento muy importante en el límite de costos", añadió Messmacher en un encuentro con medios extranjeros.
"Después de un periodo de transición de unos cinco años estamos estimando que esto reduzca la carga fiscal de Pemex en alrededor de 90.000 millones de pesos", agregó el funcionario, quien encabezó la negociación de la parte fiscal de la reforma energética promulgada en diciembre de 2013 por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Otro elemento de las leyes reglamentarias, promulgadas el lunes pasado por el mandatario, es la absorción por parte del gobierno de una porción de los pasivos laborales que deben pagar Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a sus empleados por concepto de pensiones y jubilaciones.
Messmacher explicó que el gobierno mexicano asumirá pasivos por el equivalente del ahorro que se derive del ajuste que acuerden ambas empresas estatales y sus trabajadores a sus sistemas de pensiones y jubilaciones.
Es decir, si llegan a hacer un ajuste que reduzca "el pasivo laboral de Pemex, que es de 1,1 billones de pesos (US$83.778 millones), en 150.000 millones de pesos (US$11.424 millones), este es el monto que pudiera llegar a absorber el Gobierno", abundó.
Por su parte, la CFE arrastra un pasivo laboral de 300.000 millones de pesos (US$22.848 millones).
El gobierno de Peña Nieto espera que estos cambios permitan a Pemex y a la CFE volverse "empresas productivas del Estado" capaces de competir en el mercado internacional.
En particular, confía en que la petrolera pueda revertir una baja de su producción que se extiende desde hace casi un decenio.
Al respecto, la subsecretaria de Hidrocarburos de la cartera de Energía, Lourdes Melgar, indicó en el mismo encuentro con la prensa internacional que la expectativa es que Pemex aumente su producción de los actuales 2,5 millones de barriles diarios de crudo a tres millones (20%) hacia 2018 y a 3,5 millones (40%) para 2025.
Se prevé que una parte importante del incremento de la producción venga de las asociaciones de Pemex con otras compañías, así como de la participación de empresas petroleras no necesariamente asociadas con la estatal mexicana, apuntó.
"En un inicio veremos una tendencia en que habrá un dominio de Pemex en la producción, que se irá reduciendo a medida que pase el tiempo. Si pensamos en un plazo de unos 15 años, esperaríamos que un 30% de la producción adicional viniera de empresas distintas de Pemex", añadió.