Los nombres y apellidos de Larrea Mota Velasco históricamente han estado ligados a la construcción y la minería, a la industria del cobre, donde hizo crecer la empresa fundada por su padre, Jorge Larrea, setenta años atrás.
Germán Larrea Mota Velasco es considerado por la prensa económica como uno de los empresarios más evasivos. Nunca se deja ver, pero pronto tendrá que dar la cara si logra adjudicarse una o las dos nuevas cadenas de televisión compuestas por un paquete de 246 frecuencias del espectro radioeléctrico en licitación, mismas que tienen la capacidad de cubrir el 95% del territorio nacional y además con la posibilidad de ofrecer servicios adicionales de telecomunicación.
Los nombres y apellidos de Larrea Mota Velasco históricamente han estado ligados a la construcción y la minería, a la industria del cobre, donde hizo crecer la empresa fundada por su padre, Jorge Larrea, setenta años atrás. Pero en los últimos lustros ha logrado diversificar sus negocios hasta llevarlos a las salas de cine gracias a Cinemex y ganar con esta marca el 38% de ese mercado. Y ahora lograría apantallar a sus competidores que sí cuentan con experiencia en el medio televisivo, si consigue ganar una o las dos cadenas de TV que tienen un precio de salida de 830 millones de pesos (US$62,7 millones) .
Para el sector empresarial, Germán Larrea significa un millonario discreto que posee una cuenta bancaria estimada en los US$15.000 millones y que asiste a las reuniones de trabajo con un aura de bajo perfil, pese a ser el segundo mexicano con más riqueza en su haber y el 67 del mundo, de acuerdo con estimaciones de la revista Forbes.
Es presidente y principal accionista del Grupo México, el conglomerado que opera las ferroviarias Ferrosur y Ferromex; a México Compañía Constructora, a Perforadora México, así como a Industrial Minera México, Mexicana de Cobre y Buenavista del Cobre, ésta última señalada como la causante de una catástrofe medioambiental en los ríos Sonora y Bacanuchi, Sonora, por un derrame de sustancias tóxicas ocurrido en agosto pasado, que de paso afectó el servicio de agua potable de 21.000 familias de ese estado.
Su empresa, Grupo México, opera además una filial en Perú. Reportó para el 2013 una utilidad de US$1.716 millones gracias a las operaciones de sus yacimientos minerales en el norte de México como Buenavista del Cobre, que por sí sola produce el 38% del cobre extraído en el país, de ahí que a Larrea Mota Velasco lo señalen como el Rey del cobre.
Grupo México también es recordado como la empresa concesionaria de las minas de carbón de Pasta de Conchos en las que un accidente quitó la vida a 65 mineros en 2006.
Sus adversarios los encuentra en la izquierda, en Andrés Manuel López Obrador, quien lo señala de ser uno de los entorpecedores de su aspiración a la Presidencia de la República. Su otro adversario es el líder minero Napoléon Gómez Urrutia, de quien se distanció tras la explosión en las minas de Pasta de Conchos y quien por su parte señala que fue Germán Larrea quien inició una persecución en su contra por las huelgas que el Sindicato Minero provocó en sus minas de Cananea tras estos hechos.
Germán Larrea Mota Velasco da poco la cara, incluso entre sus círculos sociales. Pero el 9 de septiembre pasado se dejó fotografiar por el equipo de prensa de la Presidencia de la República en una reunión del Grupo Financiero Banamex, donde participa como directivo, y a la que asistió el presidente Enrique Peña Nieto.
El discreto empresario que va por una cadena de TV. Más que en entredicho por el desastre ecológico de los ríos Sonora y Bacanuchi en el que se ha visto envuelto su nombre, éste ha resonado en el sector industrial luego que se conociera que el empresario minero es un virtual postor por las cadenas de televisión digital abierta, hecho que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) deberá confirmar a más tardar en marzo del 2015, cuando según el calendario establecido, el regulador debe informar qué grupos son los interesados en participar en esta puja de canales, que además exige a los competidores una “fianza de seriedad” de 415 millones de pesos (US$31,3 millones).
Germán Larrea, empresario de 60 años de edad, no había sido mencionado en ninguna de “las quinielas” de potenciales interesados por las señales de televisión que a partir del 3 de septiembre comenzaron a disputarse por cerca de diez consorcios, según informes preliminares del propio IFT.
De los siete potenciales grupos con nombre y apellido interesados en las cadenas de TV, estimados por la prensa especializada pero que el IFT no ha confirmado, cinco tienen experiencia en operar o ya han operado canales de televisión, así como señales de radio o periódicos y uno además es proveedor de equipos de telecomunicación, mientras que otro se desempeña como proveedor de infraestructura de videovigilancia.
Sólo Germán Larrea cuenta con un expertise mínimo en televisión como para resultar ganador de las 246 frecuencias de televisión en licitación o la mitad de ellas, dado que el Instituto Federal de Telecomunicaciones también evaluará el conocimiento técnico de los postores a la hora de adjudicar este paquete de señales que deberán estar viéndose en las pantallas de los mexicanos a finales del 2015.
Pero Germán Larrea Mota Velasco cuenta con dos ventajas que pudieran resultar “insuperables” para sus competidores, según expertos del sector de las telecomunicaciones.
“Es un hombre que cuenta con una enorme liquidez, una enorme solvencia y una enorme capacidad de financiamiento, como lo tienen pocos empresarios para ir por las nuevas cadenas de televisión abierta en este país y por ahí puede tener una posibilidad alguien que nadie esperaba y que será una sorpresa si gana”, comentó Jorge Fernando Negrete, director en Mediatelecom Policy & Law.
“Él ya vio hacia adelante. Sabe que llegado el determinado momento, paralelamente (estas señales) estarán en la posibilidad de aplicar la multiprogramación, de ofrecer una televisión convergente, es decir, de ofrecer más servicios. Aparte están los derechos de contenidos que ya ha venido gestionando para sus salas de cine y quiere hacer sinergias. Quiere aprovechar todas las posibilidades de las nuevas tecnologías”, añadió a su vez Gabriel Sosa Plata, analista en telecomunicaciones.
“Su participación en Cinemex dice al sector que Grupo México no desconoce el valor de los contenidos, aprendizaje que debe reflejarse no sólo en su estrategia programática sino en la adopción de usuarios de pantallas múltiples”, coincidió Jesús Romo, experto en telecomunicaciones.
Conflicto de interés con Televisa
Germán Larrea dejó este viernes 19 de septiembre su cargo como consejero en Grupo Televisa. En un comunicado enviado a los mercados de valores, la televisora recalcó que la salida del empresario minero obedeció a una acción que busca evitar posibles conflictos de interés por su permanencia en la empresa cuando compite por una cadena de TV.
Apenas unas horas de enviado el comunicado de Televisa a la Bola Mexicana de Valores (BMV), la página electrónica de Joaquín López-Dóriga, conductor del noticiero estelar de esa televisora, divulgó una información al respecto de que Germán Larrea también pudo haber tenido acceso a información privilegiada de Televisa.
“Larrea ocultó al consejo que desde muchos meses antes había entrado a la licitación de las nuevas cadenas de televisión, teniendo, como consejero de Televisa, acceso a toda su información estratégica y de operación, información que aprovechó en su proyecto de las nuevas cadenas, conducta que representa un acto de deslealtad”, divulgó la página de Joaquín López-Dóriga.
Pero Germán Larrea cuenta con mejor información del mercado, que el que Grupo Televisa pudiera estimar. A través de la operación de Cinemex, el empresario tiene conocimiento, por ejemplo, que el nuevo negocio de medios on demand al que su firma de salas de cines también se enfila crece a tasas del 20% año contra año y que según Dataxis sólo este mercado moverá una industria de US$1.000 millones para el 2017 en México.
Larrea Mota Velasco sabe de sobra también que el negocio de la televisión abierta crece a tasas de un dígito, de 3,8% en su tiempo comercializado en el 2013 y que todo el rubro reporta a las televisoras un mercado anual de US$4.000 millones entre inversión de los anunciantes en publicidad y la creación de contenidos, de acuerdo con estimaciones de The Competitive Intelligence Unit (The CIU).
“Este conflicto de interés confirma que va por la cadena de TV. Que tenga información de Televisa no quiere decir le servirá para ser exitoso con las cadenas de televisión. La televisión ya no es lo que era hace 15 años, el consumo está yéndose a esos nuevos medios de Internet y él lo ha visto”, expuso Gabriel Sosa Plata.
“Porqué pensar en acceso a información, si ya conoce por vía de su empresa (Cinemex). Si ya está comprando derechos de cine, lo cierto es que puede simultáneamente comprar la ventana de la televisión abierta y luego expandirse en telecomunicaciones. Es un candidato natural y muy sólido para la (nueva) TV abierta”, añadió Jorge Fernando Negrete.
“Se debe recordar que en México al apostarle a ser concesionario de televisión abierta no sólo se obtiene una licencia para explotar una frecuencia, sino que incentiva a que se conviertan en un productor o en un programador de contenidos. Grupo México tiene importantes operaciones en el país que podrían, por ejemplo, dar crédito o atraer socios potenciales para la inversión en el contenido”, recordó Jesús Romo.
Evitar una experiencia Televisa-Iusacell, el reto
Germán Larrea también operó una empresa de impresión, antes de venderla a terceros. Su experiencia en lo llevó a integrar el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN). Su escasa experiencia en la industria de la televisión, sin embargo, pudieran llevarlo a repetir una situación como la que ocurrió con Televisa en su aventura de incursionar en el sector de las telecomunicaciones a través de Iusacell.
En caso de resultar ganador en la licitación de las nuevas cadenas de televisión digital abierta, el empresario deberá ser paciente en el retorno de sus inversiones y a apurar a una estrategia de producción y distribución de contenidos. Esta pudiera ser una clave.
“Tiene el suficiente dinero para incursionar, aunque no será redituable en el mediano plazo. Germán Larrea no esperará una rentabilidad inmediata, porque esta inversión es a largo plazo o le pudiera ocurrir como a Televisa en Iusacell y al final resulte un en un fracaso. Por ahora está en la batalla y nadie lo había mencionado”, dijo Gabriel Sosa Plata, también académico en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“El nuevo movimiento del empresario Germán Larrea puede interpretarse como una salida de una posición que tenía en Televisa que podría interpretarse como un conflicto de interés en el tema de la licitación de televisión abierta. La pregunta que queda para el regulador es si su anterior posición en Televisa no representa un riesgo de colusión en el futuro inmediato”, cuestionó el analista Jesús Romo.
“Lo que se le viene, si se confirma su participación, es una carrera de resistencia. Nadie lo esperaba y está allí. Nadie lo tenía previsto, pero tiene mucha liquidez como para entrar a la TV. Así ocurrió con Ricardo Salinas Pliego, nadie lo conocía, y le ganó a otros candidatos como MVS. Con esta acción (de dejar Televisa), Germán Larrea demostró clara y abiertamente que va a pelear hasta el fondo por ser uno de los concesionarios de esas cadenas”, enfatizó el director de Mediatelecom, Jorge Fernando Negrete.