En los próximos ocho años, debe prepararse la infraestructura de los terminales portuarios para hacer frente al inicio de producción en aguas profundas.
Para el arranque de la operación de las 11 licencias de exploración y producción en aguas profundas del Golfo de México dentro de la cuarta licitación de la Ronda Uno y la asociación de un privado con Petróleos Mexicanos (Pemex) en el campo Trion, el país deberá incrementar en por lo menos 72% su capacidad de transporte, recepción y almacenamiento de crudo y derivados en sus puertos, lo que implicará inversiones por encima de los 62.000 millones de pesos, estimó Eduardo Corzo, counsel de la industria naval del despacho legal Haynes and Boone.
Dicha inversión deberá realizarse entre el 2016 y el 2024, cuando arranque el desarrollo de los campos, ya que sólo en Trion se espera una producción de hasta 120.000 barriles diarios de petróleo crudo equivalente, mientras que la Agencia Internacional de Energía estima que se alcanzará hasta un millón de barriles diarios en aguas profundas mexicanas, que se sumarán a casi dos millones más que se seguirán extrayendo en los campos de aguas someras.
“La capacidad de los puertos quedará rebasada, no es que exista un rezago como tal el día de hoy para la actividad petrolera Pemex cuenta con lo suficiente para abastecer sus necesidades y por eso la industria portuaria y naviera del país ha crecido alrededor de la empresa petrolera nacional, pero estaremos frente a necesidades de dimensiones mucho mayores que requieren de inversiones sin precedentes”, aseguró el especialista a El Economista.
En el 2015, la capacidad total de los puertos nacionales permitió recibir, almacenar y transportar hacia tierra adentro 290 millones de toneladas, de las cuales más de 42% fueron únicamente de la industria petrolera, explicó. El plan con las adjudicaciones de las rondas petroleras será llegar a 500 millones de toneladas anuales, para lo cual se necesita ampliar el calado, la capacidad de almacenamiento y las vías de transporte en tierra principalmente de los puertos de Tuxpan, Matamoros, Tampico, Altamira y Veracruz.
Privado, 80%. De la inversión estimada, detalló Eduardo Corzo, cerca de 80% deberá llegar de grandes navieras globales privadas, que con el crecimiento de la industria petrolera nacional encontrarán atractivo el desarrollo de distintos proyectos. Además, el gobierno deberá licitar los proyectos propios buscando apalancar la inversión de terceros y ofreciendo beneficios en actividades de transporte tierra adentro, a través de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) que comprenden buena parte de la superficie más estrecha entre el Pacífico y el Atlántico.
Desde julio pasado, México encabeza la Comisión Interamericana de Puertos conformada para el periodo 2016-2018, con lo que el país deberá tomar las mejores prácticas de los países de la Organización de los Estados Americanos con el fin de lograr que el país se convierta en un hub logístico marítimo buscando el crecimiento de la actividad energética regional, finalizó el experto.