México tiene la cuarta mayor reserva de gas no asociado (shale gas), de 681 billones de pies cúbicos, de acuerdo con cifras de la Administración de Información de Energía (EIA por su sigla en inglés), detrás de China, Estados Unidos y Argentina.
México DF. El potencial de los recursos de gas no asociado (shale gas) de México es casi tan grande como el de Estados Unidos y el país podría explotarlos a través de un nuevo esquema de contratos con empresas privadas, dijo este miércoles el regulador del sector energético mexicano.
México tiene la cuarta mayor reserva de shale gas, de 681 billones de pies cúbicos (tcf por su sigla en inglés) de acuerdo con cifras de la Administración de Información de Energía (EIA por su sigla en inglés), detrás de China, Estados Unidos y Argentina.
Hasta ahora, México sólo tiene un pozo produciendo shale gas, o gas de esquisto, que obtuvo su primer rendimiento en febrero de este año y que produce 2.9 millones de pies cúbicos al día (pcd). La petrolera estatal Pemex ha establecido en su plan de negocios evaluar el potencial y áreas prioritarias.
"El mundo, en particular Norteamérica, Estados Unidos, va a dar un giro importante hacia el gas, que tiene que hacer México desde hoy", dijo en entrevista con Reuters el comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda.
"México es uno de principales países en materia de potencial de shale gas en el mundo", subrayó.
Ese tipo de gas se obtiene de las lutitas, rocas con alto contenido de arcilla, a las que se les inyecta principalmente agua, que fractura la roca, lo que provoca que suelte el gas.
El pozo de shale gas en México está ubicado en el estado de Coahuila, en el norte del país, y Pemex cree que existe más en ese estado y en los vecinos Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz.
La empresa cree que México tiene entre 150 y 459 billones tcf de shale gas, ligeramente más conservador que los estimados de la gubernamental estadounidense EIA.
En marzo, tras anunciarse la primera producción de shale gas, el director de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales, dijo que se podrían llegar a producir cantidades importantes.
El funcionario señaló entonces que se requerirían perforar entre 3.000 y 4.000 pozos para producir 1.000 millones de pcd de shale gas.
"El hecho es que tenemos gas en México y tenemos que aprender usarlo", dijo por su parte el comisionado de la CNH Javier Estrada.
En Estados Unidos, el auge del shale gas ha despertado expectativas de que este combustible menos contaminante puede cumplir con necesidades energéticas en el futuro, pero preocupaciones sobre su impacto en la calidad del agua podría frenar la capacidad de la industria.
Contratos. Zepeda y Estrada coincidieron que un nuevo esquema de contratos con empresas privadas para exploración y producción podría ayudar a Pemex a extraer el gas.
El esquema de llamados "contratos integrales" arrancó en marzo de este año y Pemex asignó los primeros este mes para la exploración y producción de crudo en seis campos maduros de tres áreas petroleras en el sur del país.
Pemex espera iniciar otro proceso de licitación para campos maduros de crudo en el norte del país en los próximos meses.
"El shale gas es propicio para desarrollarse con los nuevos contratos, absolutamente", dijo Zepeda. "El proceso de desarrollo de producción de shale gas es un desarrollo no convencional, que no va bajo los estándares convencionales de un 'major' como Pemex", destacó.
"El secreto es perforar y producir en muy bajo costo. Sólo las empresas pequeñas han podido administrar los costos", añadió.
Actualmente, México importa gas natural para cumplir su demanda interna y la CNH argumenta que el gas puede ser una alternativa viable para satisfacer parte de las necesidades que cubre el crudo.
México, el séptimo mayor productor mundial de petróleo, está batallando para elevar su producción de crudo, que se ha debilitado desde niveles de más de 3 millones de bpd en el 2004, ante el declive de viejos yacimientos.
Pemex ha destinado millonarias inversiones a la exploración y explotación de nuevos campos y actualmente ha logrado estabilizar sus niveles de producción en 2.5 millones de bpd.
"Ya terminaron los grande yacimientos y ahora campos maduros, aguas profundas implica una perspectiva de desarrollo que van a lapsos de 10 años con incertidumbres importantes y con tazas de recuperación inciertas", dijo Estrada.
Esto "hace cada vez más complejo estructurar un proyecto de explotación de aceite (crudo) aunque lo precios siguen favoreciendo para hacerlo", subrayó.
México espera cerrar el 2011 con una producción de 2.6 millones de bpd y el próximo año en 2.7 millones de bpd para tratar de acercarse a su meta de 3 millones de bpd.
