La policía del distrito federal abrió paso a trabajadores identificados como de la empresa OHL, constructora de la Supervía, quienes colocaron vallas metálicas de más de dos metros y, una vez resguardados, comenzaron a demoler las casas.
Ciudad de México. El gobierno del distrito federal (GDF) reinició los trabajos de demolición de los predios expropiados en La Malinche, tareas necesarias para seguir adelante con la construcción de la Supervía Poniente.
Ayer los representantes gubernamentales arribaron a la zona donde previamente habían llegado efectivos policiales que habían verificado que en la zona no existieran personas que pudieran verse afectadas por los trabajos.
De inmediato personas que se identificaron como trabajadores de la empresa OHL ingresaron a las casas y comenzaron a derribar las paredes.
La medida busca cumplir con lo dispuesto por el gobierno federal que indica que compraron debidamente esos terrenos a sus dueños legales.
Más aún, según explica el diario El Milenio, al momento del ingreso de las autoridades a los predios, no estaba en el interior de los terrenos alguno de los ex propietarios y no se registraron hechos de violencia.
Jesús Lucatero, coordinador de Programas Estratégicos del Distrito Federal, acompañado por un notario público y funcionarios del gobierno capitalino, notificaron sobre la toma de los predios expropiados a las personas que están en plantón opositor a la construcción de la obra vial.