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México y Colombia van tras los pasos de Argentina en la "aventura" del shale
Viernes, Septiembre 26, 2014 - 16:17

Los esfuerzos que llevan adelante tanto Colombia como México para investigar y explorar sus recursos de "shale" (gas y petróleo de esquisto) concitaron la atención de expertos del sector.

Buenos Aires. México y Colombia han comenzado a dar sus primeros pasos en la "aventura" del "shale", tras las huellas de Argentina, pionera en el incipiente desarrollo de los hidrocarburos no convencionales en Latinoamérica.

Los esfuerzos que llevan adelante tanto Colombia como México para investigar y explorar sus recursos de "shale" (gas y petróleo de esquisto) concitaron hoy la atención de expertos del sector reunidos en el tercer World Shale Oil & Gas Latin Summit, que concluye este viernes en Buenos Aires.

Ambos países han hecho reformas de regulación para poder incentivar las inversiones en no convencionales, un sector de la industria petrolera prometedor pero que demandará para su desarrollo masivo cuantiosos desembolsos.

México está algo más avanzado: la estatal Pemex inició sus estudios de campo en 2010, logrando identificar cinco cuencas de "shale" con un "potencial muy interesante de recursos", tanto de gas como de crudo, destacó hoy Rodrigo Hernández Ordóñez, director general de Exploración y Explotación de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía mexicana.

Hasta el momento, se han perforado 16 pozos de no convencionales en México, "poco para una extensión tan grande", según reconoció Hernández Ordóñez, pero tras la reforma energética aprobada en 2013, el Gobierno adjudicó a Pemex cuatro áreas de "shale" con "un potencial muy interesante de acuerdo al volumen de recursos estimados" que "resulta estreñido para el país".

Ahora toda la expectativa está puesta en la denominada "ronda una" de licitación, la primera tras la reforma, en la que se ofertarán 169 bloques, de los cuales ocho serán para "shale".

"Esperamos atraer importantes inversiones para desarrollar estos recursos en México", sostuvo Hernández Ordóñez.

Colombia, en tanto, está en una fase más preliminar, con los esfuerzos del Gobierno en investigar los recursos para proporcionar datos a la industria y tratar de motivar las inversiones.

La geóloga Alejandra Mejía, miembro de la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia, aseguró que su país "ha decidido entrar en este juego" y "comenzar en esta nueva aventura" del "shale" a partir del "objetivo del Estado de incrementar las reservas a toda costa".

Según la experta, el potencial no convencional más importante está en la formación La Luna, pero aún no han comenzado las perforaciones exploratorias con estimulación hidráulica y en la ronda de licitaciones de este año tan sólo se adjudicó un bloque "shale".

Para incentivar la inversión, Colombia ha hecho cambios en sus regulaciones, concediendo, por ejemplo, una reducción impositiva del 40 % para la exploración de no convencionales.

El encuentro de expertos en Buenos Aires para analizar el futuro del "shale" en Latinoamérica comenzó este jueves con el foco en el caso argentino, que tiene en la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta un potencial enorme cuyo desarrollo masivo, en su fase inicial, comenzó ya la petrolera YPF, controlada por el Estado argentino.

Pero además de los aspectos productivos de Vaca Muerta, que entusiasman a los expertos, las miradas también se han posado en estas jornadas sobre el proyecto para una nueva ley de hidrocarburos que comenzará a debatirse en breve en el Parlamento argentino y cuyo principal objetivo es atraer inversiones, principalmente para el "shale".

"En Argentina hay mejores perspectivas a partir del acuerdo con los gobernadores de las provincias petroleras, que permitió confeccionar un nuevo proyecto de ley de hidrocarburos, que esperamos que se aprueba próximamente", dijo Mel Ydreos, vicepresidente del Comité Coordinador de la International Gas Union.

Según estimaciones del sector, Vaca Muerta podría desarrollarse por completo en un período de diez años, pero con un esfuerzo inversor de US$25.000 millones por año, unos recursos que Argentina no tiene y que no son fáciles de conseguir fuera.

Autores

EFE