La chilena Collahuasi, la tercera minera de cobre del mundo, planea invertir dicho monto en un plan de exploración cerca de su operación a fosa abierta, mostró este lunes un documento de la compañía a la autoridad ambiental del país sudamericano.
Santiago. La chilena Collahuasi, la tercera minera de cobre del mundo, planea invertir unos US$470 millones en un plan de exploración de 10 años cerca de su operación a fosa abierta, mostró este lunes un documento de la compañía a la autoridad ambiental del país sudamericano.
La mina, propiedad conjunta de Xstrata y Anglo American , está haciendo grandes inversiones para superar a Escondida como la mayor mina de cobre del mundo en momentos en los que los precios del metal han superado de forma recurrente sus previos máximos históricos.
Al sur de la mina a fosa abierta Rosario, el operador de la mina dijo que planea perforar por un período de 10 años dividido en dos fases de cinco años cada una para mejorar la información sobre recursos.
"El objetivo del proyecto consiste en el mejoramiento de la información y precisión del modelo geológico actual de Collahuasi", dijo la compañía.
Se elevan sus recursos minerales. El 2010, Collahuasi dijo que sus recursos minerales se elevaron un 40%, a más de 7.000 millones de toneladas, reafirmando sus aspiraciones de doblar su producción a más de un millón de toneladas por año.
Collahuasi ha sufrido problemas por una huelga de trabajadores y una prolongada paralización en sus envíos tras una falla en el terminal por el que saca sus embarques. Este último problema forzó a la minera a declarar fuerza mayor para la venta de su concentrado de metal.
La mina está vendiendo la mayor parte de su cobre a través de tres puertos alternativos, pero no ha dicho cuándo podría levantar la fuerza mayor.
El 18 de enero de este año, la mina dijo que la reparación del terminal de exportación tardaría unos tres meses.
La interrupción en las exportaciones de Collahuasi, que produce aproximadamente un 3,3% del total mundial del mineral o 535.000 toneladas al año, avivó temores mundiales de suministro y ayudó a que el cobre alcanzara precios récord en enero.