La empresa Buenavista del Cobre, subsidiaria del Grupo México, aseguró que los estudios realizados por recomendación de las autoridades indican que el percance se debió a un incremento imprevisible de las lluvias.
México. El conglomerado minero Grupo México y las autoridades ambientales mexicanas se enfrascaron hoy en un cruce de versiones opuestas sobre un derrame tóxico ocurrido el 6 de agosto que afectó a dos ríos y sus pobladores en el noroccidental estado de Sonora.
La empresa Buenavista del Cobre, subsidiaria del Grupo México, publicó un desplegado en diversos medios en el que aseguró que los estudios realizados por recomendación de las autoridades indican que el percance se debió a un incremento imprevisible de las lluvias.
De este modo, afirmó que "como consecuencia de las lluvias por arriba de la media" en julio y los primeros días de agosto en la región de Cananea, ocurrió un incremento en el volumen de agua y solución ácida de sulfato de cobre en una represa en proceso de construcción.
Asimismo, la firma aseguró que desde el inicio tomó las medidas necesarias, "en coordinación con las autoridades competentes", para neutralizar los efectos del incidente.
"En este contexto, rechazamos las acciones legales punitivas anunciadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, dada la naturaleza fortuita del incidente y la pronta y completa respuesta de la empresa", abundó.
Afirmó igualmente que desarrolla una operación minera limpia y eficiente, que genera 9.000 empleos directos, produce y exporta 200.000 toneladas de cobre refinado y deja una derrama económica en la región por 1.004 millones de pesos (US$77 millones) mensuales.
Sobre las afirmaciones de la empresa, el secretario federal del Medio Ambiente, Juan José Guerra, declaró que la información de la Comisión Nacional del Agua dice "claramente que ni en julio ni en agosto, antes del derrame, hubo lluvias importantes en toda la región".
En una entrevista con la emisora Radio Fórmula, Guerra indicó que las inspecciones realizadas por las autoridades apuntan a que un tubo que se rompió, "precisamente porque estaba mal hecho", fue lo que ocasionó el derrame del producto, y no el exceso de lluvias.
Finalmente, confió en que la próxima semana los peritos de la Procuraduría General de la República (Fiscalía) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) emitan los resultados de sus estudios y confirmen la causa del accidente.
En el mismo sentido se manifestó el titular de la Profepa, Guillermo Haro, quien dijo a la misma emisora que la causa del derrame no fue "un hecho fortuito, sino la falta de mantenimiento, de previsión y de infraestructura para haberlo evitado".
Sobre los señalamientos de la compañía sobre sus aportes económicos, reconoció que "sin duda es un grupo con inversión importante, pero lo que la Profepa y la Secretaría del Medio Ambiente miden son las consecuencias al medioambiente de las operaciones de la empresa".
El 18 de agosto, la Profepa presentó una denuncia penal contra las empresas Buenavista del Cobre y Minera México, ambas filiales de Grupo México, por su presunta responsabilidad en el derrame de 40.000 metros cúbicos de solución cargada de cobre y otros metales procesados con ácido sulfúrico.
Un día después, el ministro Guerra informó de que Grupo México podría ser multada con más de 40 millones de pesos (unos tres millones de dólares) por el derrame, que alcanzó los cauces de los ríos Bacanuchi y Sonora y afectó a los habitantes de esa zona.
El miércoles, el Congreso mexicano pidió al Gobierno federal cancelar la concesión al Grupo México sobre la mina Cananea, donde ocurrió el accidente, debido a los daños ocasionados a la población y al medioambiente.