Del dinero devuelto este jueves, US$83,4 millones son parte de un acuerdo de lenidad del Grupo Technip, otros US$11,9 millones son de un acuerdo de lenidad de la constructora Camargo Correa y US$17,8 millones de renuncias voluntarios de tres condenados.
Río de Janeiro. El Ministerio Público Federal (MPF) de Brasil anunció este jueves la devolución de 424,9 millones de reales (US$113 millones) a la petrolera estatal Petrobras que habían sido desviados en la gran red de corrupción alrededor de la compañía, con lo que son ya más de 3.000 millones de reales (US$800 millones) recuperados por la empresa.
En una ceremonia realizada en Curitiba (sur de Brasil), el fiscal y coordinador de las investigaciones de la Lava Jato, Deltan Dallagnol, aseguró que la actuación coordinada de las instituciones brasileñas es esencial para el combate a la corrupción.
"En los acuerdos de colaboración y lenidad, el trabajo conjunto da más seguridad jurídica para que las personas y empresas puedan cooperar con las investigaciones", aseguró.
Del dinero devuelto este jueves, 313 millones de reales (US$83,4 millones) son parte de un acuerdo de lenidad del Grupo Technip, otros 44,8 millones de reales (US$11,9 millones) son de un acuerdo de lenidad de la constructora Camargo Correa y 67 millones de reales (US$17,8 millones) de renuncias voluntarios de tres condenados.
El presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, elogió el trabajo de las autoridades brasileñas para la devolución de los recursos y de combate a la corrupción en la petrolera.
"Durante años, Petrobras no perteneció al estado brasileño. En verdad, los verdaderos dueños eran los componentes de esta organización criminal poderosa. La corrupción es un crimen hediondo y una enorme barrera para el crecimiento a largo plazo", afirmó Castello Branco.
La operación Lava Jato se inició en 2014 y supuso la desarticulación de una gran red de corrupción que durante más de una década desvió miles de millones de dólares de Petrobras. La trama la formaban altos cargos de la petrolera, empresarios y políticos, que amañaban los contratos y se repartían entre un 3% y un 5% de cada contrato.