Se destacó la importancia de la llegada a un consenso entre las partes para poder avanzar en las obras.

Madrid. La ministra española de Fomento, Ana Pastor, ha mostrado hoy su satisfacción por el reciente acuerdo firmado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC) para dar continuidad al proyecto de ampliación de la vía interoceánica.

En los desayunos del diario español La Razón, en Madrid, la ministra ha asegurado que este acuerdo es muy importante para que sigan adelante las obras, al tiempo que ha felicitado a las empresas que trabajan en el proyecto ferroviario de alta velocidad entre las ciudades santas de Meca y Medina, un contrato que "va bien y para adelante".

El pasado día 13, la junta directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) dio su consentimiento para la firma del acuerdo, que fue ratificado por las empresas contratistas Sacyr, Impregilo y Jan de Nul.

"El acuerdo ha establecido las condiciones para que no haya más problemas" financieros, dijo en una entrevista con EFE el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, que aseguró que la reanudación de las obras permitirá volver a dar empleo "a unos 10.000 trabajadores", la misma fuerza laboral empleada en la ampliación de la vía antes de su suspensión parcial en enero pasado.

La firma viene a ratificar el acuerdo "conceptual" al que llegaron ambas partes el pasado 27 de febrero, comprometiéndose a terminar los trabajos de ampliación de la vía interoceánica -por donde pasa cerca del 6% del comercio mundial- en diciembre de 2015.

Eso es seis meses después de la última fecha anunciada por el GUPC y 15 meses más tarde de lo establecido en el contrato vigente.

Para reflotar el proyecto, el GUPC aportará US$100 millones y la ACP adelantará US$100 millones (garantizados).

Además, la fianza de cumplimiento por US$400 millones en manos de la aseguradora Zúrich "solo podrá ser liberada a la afianzadora para la obtención, por parte del contratista, de un financiamiento de fondos equivalentes a utilizar en la obra".

El consorcio, que suspendió totalmente las obras el pasado 5 de febrero y las reanudó a ritmo muy lento 16 días después, alegaba unos sobrecostes de más US$1.600 millones que le impedían contar con los fondos necesarios para continuar con el proyecto.