La cervecera más grande de América Latina se está asociando con partes interesadas, incluidos proveedores, cooperativas de reciclaje, nuevas empresas y universidades para tener todas sus bebidas en envases retornables o hechas de material 100% reciclado.
Sao Paulo. La compañía brasileña de bebidas Ambev SA ha establecido un ambicioso objetivo de eliminar la contaminación plástica en sus envases para 2025, en un impulso que tiene el potencial de generar aproximadamente 1.000 millones de reales (US$240 millones) en negocios, según un ejecutivo.
La cervecera más grande de América Latina se está asociando con partes interesadas, incluidos proveedores, cooperativas de reciclaje, nuevas empresas y universidades para tener todas sus bebidas en envases retornables o hechas de material 100% reciclado.
"Hoy, el 40% de nuestras cervezas ya usan envases retornables, pero a medida que avanzamos nuestro sueño se hizo más grande y decidimos terminar con la contaminación plástica en nuestros envases", dijo en una entrevista el vicepresidente de sostenibilidad y cadena de suministro de Ambev, Rodrigo Figueiredo. No dijo cuánto costaría.
El nuevo objetivo, que es parte de un esfuerzo más amplio de la empresa matriz Anheuser Busch InBev, sigue una tendencia global para acelerar el reciclaje y eliminar los envases de plástico, a medida que los consumidores cambian hacia alternativas más ecológicas.
En octubre, la filial brasileña de AB InBev anunció su primera agua en latas de aluminio, AMA, que según Figueiredo probablemente se distribuirá en febrero.
Ambev ha invertido un total de 17.500 millones de reales (US$4.200 millones) entre 2014 y 2018 en múltiples iniciativas para adoptar prácticas aún más respetuosas con el medio ambiente, incluidos proyectos para que todas sus operaciones sean gestionadas por fuentes de energía renovables para 2025.
Más recientemente, la compañía firmó un acuerdo de 600 millones de reales (US$144 millones) con un grupo de capital privado para construir un parque eólico que suministrará energía renovable a todas sus plantas de bebidas en el noreste de Brasil, así como a sus cinco cervecerías Budweiser en todo el país.