Según Wilson Ferreira Jr., la decisión deberá tomarse a corto plazo e implicará también otras áreas del gobierno, como el Ministerio de Economía. Afirmó que habría tiempo para avanzar con la operación aún en 2019 si ésta es la opción del gobierno.
Sao Paulo. El gobierno está convencido de la necesidad de capitalizar a Eletrobras, pero el tema aún no ha sido discutido con el presidente Jair Bolsonaro y el ministro de Economía, Paulo Guedes, y no hay definición sobre el formato y el valor de la operación, que podría llevar a la pérdida del control de la empresa por la Unión, dijo a Reuters el presidente de la estatal.
La gestión de Michel Temer intentó llevar adelante una desestatización de la compañía por medio de un proceso que implicaría la emisión de nuevas acciones para diluir la parte del gobierno en la empresa, pero un proyecto de ley con la propuesta no avanzó en el Congreso Nacional en 2018 y las discusiones fueron que se reanudan sólo después de la posesión de Bolsonaro.
El consejero delegado de la eléctrica, Wilson Ferreira Jr., dijo que empezó a tratar el tema junto al ministro de Minas y Energía, el almirante Bento Albuquerque.
En cuanto asumió el cargo, Albuquerque afirmó en un discurso que pretende seguir adelante con la capitalización de Eletrobras, pero no entró en detalles.
"Estuve con el almirante y la gente ha debatido sobre eso. La decisión sobre cómo hacer no la hemos tomamos todavía. La señal verde (que se ha dado) es reconocer la necesidad de capitalización para que la empresa tenga mayor capacidad de inversión", afirmó Ferreira en una entrevista telefónica este martes.
Preguntado específicamente sobre la intención de desestatización de la eléctrica, siguiendo la idea del gobierno anterior, él dijo que la decisión aún no está tomada.
"¿Cómo vamos a hacer eso? Reconocemos que tenemos un proyecto que fue "hibernado" en el Congreso y vamos a evaluar las alternativas para tomar una decisión (en relación a) cómo podría ser recaudado con la transacción, no tenemos todavía una definición", añadió.
Según Ferreira, la decisión deberá tomarse a corto plazo e implicará también otras áreas del gobierno, como el Ministerio de Economía.
El ejecutivo también afirmó que habría tiempo para avanzar con la operación aún en 2019 si ésta es la opción del gobierno.
"El gobierno lo ha planteado y creo que es importante reconocer el sentido de urgencia de las cosas, de las reformas, yo prefiero hasta no especular, pero dependiendo del modelo que se escoja, sin duda alguna se puede intentar hacer en 2019", dijo.
Ley de activos. El presidente de Eletrobras afirmó que, en paralelo, la compañía pretende realizar en el primer semestre una subasta para vender participaciones en usinas eólicas y líneas de transmisión.
El certamen sería prácticamente una segunda etapa de licitación similar a la de septiembre pasado, cuando Eletrobras vendió 11 lotes de activos por 1.290 millones de reales (US$341 millones), aunque en 7 de los proyectos ofertados no recibió ofertas de inversores.
"Vamos a insistir en una segunda ronda ahora. Es lo que queda, ningún activo adicional. Queremos cerrar todo en el primer semestre. Haremos esfuerzo para tener la condición de hacer algo ya al principio del segundo trimestre, allá para abril", dijo.
Reembolsos. En otro frente, según Ferreira, Eletrobras debe buscar nuevos resarcimientos por pérdidas asociadas a casos de corrupción descubiertos por autoridades en la Operación Lava Jato, luego confirmados por investigación interna contratada por la compañía.
La eléctrica anunció a principios de enero a fin de recibir 162 millones de reales (US$42,9 millones) del acuerdo de colaboración cerrado entre Odebrecht y el gobierno federal.
"Hemos disputado otras. La compañía se colocó como víctima de ese proceso, es asistente de la acusación en todos los procesos movidos por las autoridades, y obviamente la contrapartida de ello es ingresar con los pedidos, tal como el de Odebrecht. Vamos detrás de todas las pérdidas de la compañía", afirmó.
El ejecutivo reveló además, sin citar nombres, que las constataciones internas e investigaciones de autoridades llevaron al cierre de siete funcionarios del grupo, siendo seis en Eletronuclear y uno en la holding Eletrobras.
"La empresa hoy es otra", defendió el CEO, que subrayó también el cierre de procesos iniciado contra la estatal en Estados Unidos tras las acusaciones de irregularidades.
Adios distribuidoras. El CEO de Eletrobras dijo además que Eletrobras deberá concluir hasta mediados de marzo las operaciones de venta de todas sus distribuidoras de energía, privatizadas en subastas a lo largo del año pasado, un paso señalado por él y por expertos como crucial para la recuperación de la salud financiera de la eléctrica.
Estas distribuidoras, que operan en el Norte y el Nordeste, fueron estatizadas por Eletrobras a partir de los años 90 y acumularon más de 25.000 millones de reales (US$6.623 millones) en pérdidas desde entonces.
Según Ferreira, las subsidiarias no venían siendo capaces ni siquiera de honrar el servicio de deudas que poseían junto a la holding Eletrobras.
La venta de esas empresas y programas de despido consensual y jubilación promovidos por Eletrobras deben resultar en una reducción de costos de personal consolidada en Eletrobras de 2.790 millones de reales (US$739 millones), agregó el ejecutivo.