Petrobras, como es conocida la firma controlada por el Estado, está considerando si sacar a bolsa a BR Distribuidora SA en Sao Paulo y Nueva York, donde un creciente número de inversores han mostrado interés por la transacción, aseguró una fuente, que pidió el anonimato para hablar con libertad.
Sao Paulo. Citigroup Inc y siete otros bancos suscribirán la Oferta Pública Inicial de la unidad de distribución de combustibles de Petróleo Brasileiro SA, lo que probablemente ocurrirá en noviembre, dijo una persona con conocimiento directo del plan.
Petrobras, como es conocida la firma controlada por el Estado, está considerando si sacar a bolsa a BR Distribuidora SA en Sao Paulo y Nueva York, donde un creciente número de inversores han mostrado interés por la transacción, aseguró el jueves la fuente, que pidió el anonimato para hablar con libertad.
Petrobras declinó hacer comentarios.
Petrobras ha estado junto a la unidad de banca de inversión de Citigroup desde que surgió la idea de hacer pública a BR Distribuidora a inicios del 2015. Entre un 30 y 35 por ciento de la compañía podría ser vendida en la OPI hacia noviembre, que la fuente dijo podría ser la última "ventana de mercado" este año.
Además de Citigroup, la firma sumó a las unidades de banca de inversión de Bank of America Corp, Morgan Stanley & Co, JPMorgan Chase & Co, Banco do Brasil SA, Itaú Unibanco Holding SA, Banco Bradesco SA y Banco Santander Brasil SA como suscriptores para el plan, agregó.
Al listar a BR Distribuidora en más de un mercado bursátil, Petrobras podría impulsar la demanda para la acción y darle a los inversores mayores posibilidades sobre dónde pueden negociar sus títulos.
La OPI también representa una prueba para Petrobras, que recientemente enfrentó una investigación del Gobierno de Estados Unidos relacionada a un enorme escándalo de corrupción en Brasil.
Tras una serie de interrupciones en los últimos dos años, Petrobras revivió en junio la OPI de su unidad para recortar deuda y gasto de capital en negocios de bajos retornos. La firma depende cada vez más de la venta de activos y escisiones para reducir la mayor carga de deuda entre las más grandes compañías petroleras, de alrededor de 95.000 millones de dólares.