Aunque los principales accionistas y otros miembros del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), pueden hacer contraofertas, especialmente si lograron recaudar fondos de socios internacionales, el tiempo corre y el músculo financiero del Grupo Gilinski es más fuerte gracias al respaldo del Royal Group.
El Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), el mayor conglomerado económico de Colombia, enfrenta una carrera contrarreloj, luego de que el Grupo Gilinski lo puso en jaque con Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) sobre dos de sus principales activos, que lo llevarían a perder el control de otros más.
El mercado no alcanzó a recuperarse del anuncio el 10 de noviembre de una oferta hostil del banquero Jaime Gilinski junto con el Royal Group de Abu Dabi sobre Nutresa hasta por el 62,625% de sus acciones, en una transacción de US$ 2.221 millones, cuando el multimillonario hizo su siguiente movimiento.
Casi tres semanas después, Gilinski lanzó una OPA hasta por el 31,68% del holding de inversiones Grupo SURA, por hasta US$ 1.190 millones según cálculos de Reuters basados en datos de la bolsa de valores.
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El GEA -que no tiene una cabeza visible- está conformado por más de un centenar de compañías de todos los sectores, en un complejo enroque accionario en el que la mayoría de las empresas son socias entre sí, destacándose Grupo SURA, Nutresa, Grupo Argos, Bancolombia, Cementos Argos, Celsia y el fondo de pensiones Protección.
Pero esa participación cruzada que lo mantuvo protegido de tomas hostiles desde su creación a finales de la década de 1970, es la que está aprovechando Gilinski para entrar en más de una de las joyas de la corona del conglomerado.
Las propuestas llevaron a Grupo SURA y a Grupo Argos a iniciar la búsqueda de socios internacionales minoritarios, así como a acelerar el listado en Wall Street de unos activos de Cementos Argos y consolidar sus inversiones en concesiones viales y aeroportuarias, energía y rentas inmobiliarias en un solo vehículo para listar en el NYSE.
Incluso agentes del mercado que pidieron el anonimato no descartaron que la próxima jugada de Gilinski incluya una OPA sobre Grupo Argos.
"Estamos en un escenario sumamente hostil para el grupo como tal en el que las probabilidades de mantener ese enroque son menores", dijo Laura Triana, analista de la correduría Acciones y Valores. "Con esto Gilinski limita bastante las posibilidades de Grupo SURA y de Grupo Argos de cubrirse porque entraron por dos vías al enroque del GEA".
Grupo SURA y Grupo Argos descartaron vender a Gilinski en la OPA sus participaciones de 35,7% y 10% respectivamente que tienen en Nutresa, al considerar que la oferta está por debajo de una valoración de JP Morgan.
Portavoces de Gilinski y de las empresas del GEA involucradas dijeron que no realizarían comentarios durante el periodo de las OPAs.
Analistas explicaron que si bien las reglas permiten que se hagan contraofertas de lado y lado, la ventaja estaría en manos de Gilinski debido al músculo financiero con el que cuenta, respaldado por Abu Dabi, además del poco tiempo.
"La norma dice que los accionistas mayoritarios pueden contraofertar, lo que pasa es que llegó tan rápido la autorización de la Superintendencia Financiera de la OPA por Nutresa que no sé qué tan rápido pueden armar una estrategia para contraofertar", dijo el analista independiente Daniel Escobar.
La OPA por Nutresa finalizaba el 17 de diciembre, pero NUGIL -vehículo de inversión de Gilinski y Royal Group- amplió hasta el 12 de enero el plazo de aceptaciones para recibir más aceptaciones.
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¿Bancolombia el objetivo?
Este jueves se publica el aviso de oferta sobre Grupo SURA, cuyos activos rondan 72,6 billones de pesos. La OPA terminaría el 11 de enero.
Si bien los analistas interpretan las ofertas de Nutresa y Grupo SURA por parte de Gilinski como una oportunidad de compra en momentos en que los precios de las acciones en Colombia están bajos, aún más después de la pandemia de coronavirus, admiten que el interés del banquero tiene una pizca de venganza e intenta regresar a un activo que su familia tuvo antes: Bancolombia.
El Grupo Gilinski vendió en 1997 el antiguo Banco de Colombia al GEA en una operación en la que los primeros quedaron insatisfechos por el proceso de pago, lo que los llevó a una batalla de acciones civiles entre las partes, que cesó en 2010 tras llegar a un acuerdo, pero con heridas abiertas.
Agentes que han tenido conversaciones con miembros del Grupo Gilinski durante el proceso de la OPA admitieron a Reuters bajo condición de anonimato que se percibe el interés por regresar a Bancolombia vía la OPA de Grupo SURA.
"Cuando uno los escucha se nota ese tono hostil, el tono de que van por todo", dijo un comisionista de bolsa que está recibiendo ordenes en la OPA por Nutresa. "Donde Gilinski logre comprar se mete al grupo y puede ir más adelante por Bancolombia".