"La compañía hizo contrapropuestas que acercaban a las posiciones, pero al cierre de un preacuerdo solicitó incluir una nueva cláusula que impactaba en el descanso", argumentó el sindicato, que decidió echar para atrás el acuerdo este martes.
Santiago. El Sindicato de Tripulantes de Latam aseguró que, a su juicio, la aerolínea se apresuró en anunciar el fin de la huelga, lo que calificaron como un acto de “mala fe” por tergiversar información al decir que hubo “total” acuerdo entre ambas partes.
Las conversaciones retornaron a un “punto cero” y la paralización de los vuelos nacionales y regionales continúa en carácter de “indefinido”.
Mediante un comunicado, los trabajadores desmintieron a la empresa: “(Hubo) informaciones vertidas por Latam con la intención de manipular a la opinión pública, al difundir anticipadamente que había logrado un acuerdo sin la necesaria ratificación de las bases del sindicato (…)”.
Agregaron que hubo “tergiversación de los hechos desencadenados tras el preacuerdo y posterior rechazo de la asamblea”.
Este martes en la mañana, Claudia Sender -vicepresidenta de clientes de Latam- aseguró que se habían llegado a “un total acuerdo” con los trabajadores y que el protocolo de cese de la movilización se firmaría a las 15:00 horas ante la Dirección del Trabajo.
Seguidamente, admitió que los vuelos no se restablecerían inmediatamente y que aquello ocurría sólo en unos días más, cuando se lograra una segunda firma: la del convenio colectivo. Horas después, tras lo ocurrido, la ejecutiva calificó de “irresponsable” el actuar del sindicato que con la protesta que ha paralizado más de 1.100 vuelos.
Una de las principales disputas entre la empresa y los tripulantes radica en el sistema de turnos y descansos.
“Es cierto que la empresa ofreció bajar la actual secuencia de turnos de 8×4 a un tope máximo de 7×4, pero omitió a la opinión pública que siempre condicionó esta oferta a quitar otros beneficios que en la práctica empeoraban la condición que descanso”, indicaron los trabajadores.
Asimismo, añadieron que “no es fácil estar en huelga, cada día Latam opera con todo su poder y se potencia como la gigante de aviación que es. Los tripulantes saben que cada día cuenta y será descontado de sus salarios (…). La compañía hizo contrapropuestas que acercaban a las posiciones, pero casi al cierre de un posible preacuerdo solicitó incluir una nueva cláusula que otorgaba más flexibilidad a los turnos, impactando negativamente en el descanso”.
A opinión del sindicato, eso último se les impuso “con la amenaza de quitar el bono de fin de conflicto de su propuesta, factor relevante porque va destinado a mitigar el impacto de la ausencia de salario por cada día de huelga”.