Odebrecht aseguró que los US$800 millones obtenidos con la venta de su filial Odebrecht Ambiental a Brookfield, un negocio anunciado en octubre y finalizado hoy, servirán para reforzar la caja del grupo, muy debilitada tras las denuncias de corrupción en Petrobras.
Río de Janeiro. El grupo Odebrecht, dueño de la mayor constructora de Brasil y salpicado por la gran trama de corrupción alrededor de la petrolera estatal Petrobras, anunció hoy que destinará el dinero obtenido con la venta de una filial esta semana al fondo de inversiones canadiente Brookfield para "la ejecución de un plano de reestructuración empresarial" y en la "recuperación progresiva de todos sus negocios".
En un comunicado, Odebrecht aseguró que los 2.500 millones de reales (unos US$800 millones) obtenidos con la venta de su filial Odebrecht Ambiental a Brookfield, un negocio anunciado en octubre y finalizado hoy, servirán para reforzar la caja del grupo, muy debilitada tras las denuncias por la grama de corrupción en Petrobras.
Según la venta, Brookfield asumirá el 70% de las acciones de Odebrecht Ambiental que estaban en manos de Odebrecht, mientras que el 30% restante del capital seguirá en manos del fondo FI-FGTS.
Odebrecht, una de las principales constructoras de América Latina, es una de las empresas implicadas en el gigantesco caso de corrupción destapado en petrolera estatal Petrobras, y está acusada de haber formado un cartel, junto a otras constructoras, para repartirse los contratos con la petrolera, amañarlos y repartir el excedente con políticos y altos cargos de Petrobras.
Además de pedir disculpas públicamente, Odebrecht anunció en diciembre pasado la firma de acuerdos por los que se comprometió a pagar multas por 6.959,4 millones de reales (unos US$2.200 millones) a los gobiernos de Estados Unidos, Brasil y Suiza para compensar los actos ilícitos por los que se le investiga.