La cifra de negocio de Copa Airlines cayó un 70,4% en 2020, hasta situarse en los US$ 801 millones. Los ingresos por pasajeros se desplomaron un 70,9%, hasta situarse en los US$ 760,6 millones.
Ciudad de Panamá. La aerolínea panameña Copa Airlines registró unas pérdidas netas de US$ 598,6 millones en el ejercicio de 2020, en contraste con las ganancias de US$ 247 millones anotadas en el año anterior, debido al impacto de las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia de Covid-19, según se desprende de las cuentas trimestrales de la empresa.
"Debido a los efectos continuados de la pandemia de Covid-19 en la industria de aviación, la compañía operó de media, aproximadamente el 27% de su capacidad para el mismo periodo de 2019", ha señalado la aerolínea.
Sin tener en cuenta impactos extraordinarios, entre los que se encuentra el desajuste de cargos relacionados con el pedido del Boeing 737-700 y la pérdida estimada de US$ 49,2 millones en los activos de Embraer que la empresa tiene en venta, la compañía se habría anotado una pérdida de US$ 259,5 millones.
La cifra de negocio de Copa Airlines cayó un 70,4% en 2020, hasta situarse en los US$ 801 millones. Los ingresos por pasajeros se desplomaron un 70,9%, hasta situarse en los US$ 760,6 millones, mientras que la facturación procedente de operaciones de carga se contrajeron un 66,4%, hasta los US$ 21 millones.
De su lado, los costes operativos de la sociedad se redujeron un 46,6% en 2020, con US$ 1.261 millones. La partida destinada a salarios y otros gastos de personal cayó un 43,1%, con US$ 256,3 millones. Por su parte, los gastos de combustible cayeron un 76,1%, con US$ 166,7 millones y los costes asociados a operaciones de vuelo se contrajeron un 70,8%, con US$ 30 millones.
Con todo ello, el resultado operativo de Copa Airlines entró en 'números rojos' en 2020, con unas pérdidas de US$ 460,9 millones, frente al beneficio de US$ 346,1 millones del año anterior.
En el cuarto trimestre del año, la aerolínea registró unas pérdidas netas de US$ 168,8 millones, frente a las ganancias del año anterior, con una facturación de US$ 158,6 millones, un 76,7% menos.