El presidente de Alimentos Polar, Lorenzo Mendoza, agregó que el control de lo que produce la empresa "está absolutamente supervisado" por organismos del Estado y que el contrabando "no ocurre con los transportes" de la compañía.
Caracas. El presidente de Polar, la principal empresa privada de alimentación en Venezuela, Lorenzo Mendoza, saludó este viernes las medidas tomadas por el gobierno presidido por Nicolás Maduro contra el contrabando, aunque rechazó el sistema de captahuellas que busca acabar con esta actividad.
"Esta empresa está absolutamente, digamos, a favor de cualquier iniciativa que evite el contrabando por parte de terceros. (...) El sistema biométrico (captahuellas) no ayuda al consumidor final. No estoy de acuerdo con que se perjudique a 28 millones de venezolanos", señaló Mendoza en una rueda de prensa transmitida por el canal Globovisión.
El Ejecutivo ha aumentado en las últimas semanas su ofensiva contra el contrabando, actividad ilícita que, según el gobierno, desvía hacia Colombia el 40% de la producción nacional o de lo que se importa para ser vendido a precios subsidiados.
Mendoza remarcó que la solución al problema del contrabando pasa porque el sector público y el privado "trabajen de la mano".
El presidente de Alimentos Polar agregó que el control de lo que produce la empresa "está absolutamente supervisado" por organismos del Estado y que el contrabando "no ocurre con los transportes" de la compañía.
"En nuestro sistema, desde que recibimos la materia prima hasta que le vendemos (...) al cliente todo está controlado con guías. Todo, absolutamente todo, todo va en un control estricto y allí termina (...) nuestra labor", apuntó.
Para la oposición venezolana este mecanismo de captahuellas, que deberá comenzar a funcionar, de momento, en los supermercados públicos del país el 30 de noviembre, es equivalente a una tarjeta de "racionamiento".
El presidente de la principal patronal del país (Fedécamaras), Jorge Roig, rechazó ayer este mecanismo y pidió disculpas a los consumidores venezolanos en nombre del sector empresarial "por someterlos a un humillante proceso de marcar la huella para comprar sus alimentos".
Venezuela sufre frecuentes episodios de escasez de productos de consumo masivo que hacen que cuando aparezca uno de ellos se formen largas colas en los supermercados.
El Ejecutivo atribuye esta escasez al acaparamiento y el contrabando, que asegura, forma parte de una "guerra económica" de la oposición y el empresariado que busca desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro, afirmación que estos niegan.