El presidente de la firma, quien recibirá el premio "Ing. Lorenzo H. Zambrano" por su destacado papel en el proceso de internacionalización de Masisa, se muestra convencido de que para que fructifique un desafío de expansión de ese tipo, se requiere de gran planificación y compromiso.
En el constante esfuerzo de AméricaEconomía por destacar los esfuerzos de internacionalización de las multilatinas, es que nuestro medio ha decidido premiar a Roberto Salas, presidente de Masisa, con el premio "Ing. Lorenzo H. Zambrano".
Este galardón, que será entregado durante el desarrollo del Foro Multilatinas 2014, "Mirando al Pacífico", a celebrarse este 21 y 22 de octubre en Ciudad de México, se hará entrega como reconocimiento a la conducción de Salas en la firma de maderas de capitales chilenos, con presencia en ocho países latinoamericanos.
Salas, economista ecuatoriano formado en su país de orígen y en EE.UU., no oculta su satisfacción con el premio.
-¿Cómo recibe el premio?
-Valoro inmensamente esta distinción y la interpreto como un reconocimiento a los avances de Masisa y su evolución como una multilatina que ha acumulado experiencia y logrado una posición de privilegio en diversos países.
-¿Cuáles son los principales hitos de su gestión que, en su opinión, han contribuido al proceso de internacionalización de Masisa?
-Primero hay que reconocer que Masisa ha sido pionera en el proceso de internacionalización de su marca y sus operaciones. Comenzó a exportar en los años 80, y en 1992 se estableció con fábricas y bosques en Argentina. Más tarde incursionó con operaciones en Brasil, Venezuela, México. En Perú, Ecuador y Colombia, oportunamente abrió oficinas comerciales.
En los últimos seis años, uno de los pasos más importantes ha sido triplicar la capacidad productiva en México de tableros partículas. Actualmente se está añadiendo una fábrica más de tableros MDF, lo que nos consolida como el productor local líder de tableros de madera.
También en este periodo hemos duplicado la venta de productos en Brasil, fruto de una ampliación de capacidad en el sur del país, ampliando la cobertura de clientes de manera importante. Por otro lado, desde Argentina hemos consolidado la marca en Uruguay y Paraguay, apoyado nuestra presencia en los estados del sur de Brasil y aumentamos nuestras ventas a Canadá.
En este periodo hemos tenido también un importante crecimiento en los mercados asiáticos y Medio Oriente, al tiempo que recuperado el volumen de exportaciones a Estados Unidos.
No podría dejar de mencionar el fortalecimiento que ha tenido la red Placacentro, la mayor red de distribución especializada en el carpintero en América Latina. Hoy el 34% de las ventas de la empresa se efectúan a través de esta plataforma de 350 locales en diez países, convirtiéndose en la referencia del mercado por su estándar de servicio al cliente.
-¿Qué mensaje le daría a las empresas latinoamericanas que están desarrollando un proceso de internacionalización?
-Soy un convencido de que un proceso de internacionalización es un gran desafío que precisa de planificación, compromiso y mucha fortaleza. Además, se requiere de un nuevo tipo de gerencia que sepa ver el mercado con una perspectiva global, se interese por participar en él, pueda entender las problemáticas sociales y gestione con una perspectiva empresarial más integral.
La internacionalización nos empuja hacia una integración económica y social. El crecimiento económico basado en la salida al exterior no sólo amplía el horizonte de mercado, sino que engrandece el espectro social en el cual se desenvuelven las empresas. Por ello, pienso que para tener éxito interactuando con personas, socios, clientes, proveedores o aliados de diferentes países o comunidades, será más importante ser multicultural, que comunicarse en varios idiomas.
