Las operaciones de Vale en Pará enfrentan regularmente protestas y acciones legales por parte de grupos brasileños nativos que buscan mejoras en las escuelas, el cuidado de la salud y otros servicios públicos.
Río de Janeiro. Una corte federal de Brasil ordenó este viernes a Vale suspender las actividades en su mina de níquel Onça Puma en el estado de Pará, en el Amazonas, hasta que pueda demostrar qué acciones ha tomado para compensar a las comunidades nativas en la región.
Las operaciones de Vale en Pará enfrentan regularmente protestas y acciones legales por parte de grupos brasileños nativos que buscan mejoras en las escuelas, el cuidado de la salud y otros servicios públicos.
Onça Puma, localizada en Ourilândia do Norte, forma parte de un complejo de minas operadas por Vale en la región del estado de Carajas. La mina produjo 5.900 toneladas de níquel procesado en el segundo trimestre, o casi un 8,8% de la producción del metal procesado de la compañía.
La protesta más común por parte de grupos indígenas ha involucrado el bloqueo de la vía férrea de Vale entre Carajas y el Océano Atlántico.
La corte también ordenó a Vale, el segundo productor mundial de níquel, que deposite 1 millón de reales (US$287.000) para cada aldea indígena en el área hasta que la firma establezca un programa de compensación para las comunidades.
La oficina de prensa de Vale no se refirió en profundidad al fallo y sólo dijo que está investigando la situación.
La compañía ha referido que está trabajando de cerca con grupos nativos pero que muchas de sus demanda son responsabilidad de los gobiernos federales y estatales de Brasil, no de Vale. Bajo sus licencias mineras, Vale debe entregar compensaciones ambientales, entre otras, a las comunidades locales.
El níquel, un metal que es duro y maleable, es usado principalmente para fabricar acero y otras aleaciones resistentes a la corrosión. Vale, con sede en Río de Janeiro, es también el mayor productor de mineral de hierro, el principal insumo para fabricar acero.