Maduro reiteró que el "precio justo" del barril petrolero se ubica alrededor de los US$100, muy lejos de los cerca de US$60 por barril (dpb) en los que está fluctuando.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, alertó este miércoles que el precio del petróleo, su principal fuente de ingresos, podría seguir bajando tras haber perdido 35% de su valor desde la mitad del año.
Maduro reiteró que el "precio justo" del barril petrolero se ubica alrededor de los US$100, muy lejos de los cerca de US$60 por barril (dpb) en los que está fluctuando, ante la abundante oferta del mercado mundial y una baja demanda prevista de Europa y China, debido a sus débiles panoramas económicos.
"Lo llevamos en US$61 hoy (el precio del crudo local) (...) Había subido US$2 y volvió a bajar a US$61, y puede ser que baje un poco más", dijo el mandatario en un acto televisado.
En lo que va del año, el promedio de la cesta de crudo y derivados venezolana se ubica en 91,74 dpb, por debajo de los 98,08 dpb del año pasado.
Venezuela sufrió un revés en la última reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleos (OPEP), donde abogaba por un recorte del bombeo del cartel para elevar los precios. En cambio imperó la posición de los países del Golfo Pérsico de mantener la producción.
Desde la reunión de la semana pasada, los precios se han mantenido volátiles debido a que el mercado busca un nuevo piso tras una caída de casi 40 por ciento. El crudo Brent cerró a la baja el martes a cerca de US$70, después de alcanzar mínimos de 5 años el lunes de 68 dpb.
La factura petrolera representa el 96 por ciento de los dólares que ingresan a Venezuela, un país altamente dependiente de las importaciones. Además, es el sustrato de los ingentes planes gubernamentales de asistencia social.
Incluso antes de la caída de los precios del petróleo, la economía venezolana ya mostraba señales de estar en crisis, con una aparente recesión, acuciante escasez de alimentos y una de las tasas de inflación más altas del mundo.
Los venezolanos están a la espera de las medidas que podría tomar el Gobierno socialista para ajustarse el cinturón, mientras analistas de Wall Street alegan que el momento de un viraje económico -que devalúe la moneda y aumente el precio de la gasolina más barata del mundo-, se está precipitando.
Maduro ha prometido que dará prioridad al gasto social y hasta ahora sólo ha ordenado recortar en un 20 por ciento los "gastos suntuarios".