Las nuevas direcciones, que tendrán un responsable único, serán las de los departamentos de compras (Christian Vandenhende), investigación y desarrollo (Tsuyoshi Yamaguchi), manufactura y logística (Shouhei Kimura) y recursos humanos (Marie-Françoise Damesin).
París. El grupo automovilístico japonés Nissan y el francés Renault van a crear cuatro direcciones comunes para acelerar su alianza mediante una armonización de funciones, un proceso gracias al cual espera incrementar las sinergias a 4.300 millones de euros anuales en el horizonte de 2016.
"Es una etapa más en el acercamiento operativo de la alianza, que se hace sin afectar a la autonomía de cada marca", explicó el presidente de ambas compañías, Carlos Ghosn, en una entrevista publicada por el diario económico francés "Les Echos".
Las nuevas direcciones, que tendrán un responsable único, serán las de los departamentos de compras (Christian Vandenhende), investigación y desarrollo (Tsuyoshi Yamaguchi), manufactura y logística (Shouhei Kimura) y recursos humanos (Marie-Françoise Damesin).
Ghosn precisó que el hecho de que los jefes de esos departamentos se encarguen de gestionar la actividad en todas las marcas de la alianza no implicará un desplazamiento de sus equipos, que continuarán allí donde están actualmente ubicados, en Francia o en Japón, y el contrato de trabajo de los empleados seguirá vinculado a cada fabricante.
Sobre las razones de esta nueva estructura, destacó que "vamos a beneficiarnos plenamente del tamaño de Renault-Nissan", y así un solo jefe en la ingeniería permitirá utilizar las mismas plataformas de fabricación, algunas de las cuales podrán generar "más de tres millones de vehículos".
Además se evitarán duplicaciones "como ha podido ocurrir en el pasado", por ejemplo con el coche eléctrico, ya que mientras Renault desarrolló su Zoe, Nissan había hecho su Leaf con tecnologías de motores y baterías diferentes, precisó el presidente, que admitió que el diálogo entre los equipos que había hasta ahora "no ha bastado".
Avanzó que en 2013 las sinergias de la alianza serán de 2.800 millones de euros, una cifra que si se continuara con la lógica actual aumentaría a 3.000-3.200 millones de euros en 2016, mientras que con la aceleración que aportarán las nuevas direcciones comunes el objetivo son 4.300 millones en 2016 "como mínimo".
Sobre la posibilidad de proceder a una fusión común de las dos empresas, Ghosn hizo notar que "un constructor automovilístico es la infantería, no la aviación. Vamos por etapas y ya se ha hecho mucho. No habríamos podido llevar a cabo lo que anunciamos ahora hace apenas cinco años. Los equipos no habrían estado listos".
Sin descartar una modificación de las participaciones cruzadas de las dos sociedades, insistió en que su enfoque es "muy pragmático" y que no está "cerrado a ninguna pista".
En cuanto a la forma de garantizar la continuidad de la alianza más allá de su persona, el presidente indicó que en unas semanas el consejo de administración de Renault discutirá de candidaturas con vistas a la asamblea general de primavera.
"Pero sea como sea, con la multiplicación actual de las sinergias y la creación de estas nuevas estructuras, las entidades Renault y Nissan se hacen indisociables. Luego, a medio plazo, tendremos que contemplar una gobernanza que sea menos dependiente de las personas para extirpar esta idea de que la alianza no me sobrevivirá", añadió.
