La reforma energética, aprobada y promulgada en diciembre pasado, prevé la participación privada en la explotación de recursos energéticos, pero para su aplicación se requiere de leyes secundarias que están pendientes de aprobación legislativa.
México. Noruega está interesada en las oportunidades de inversión que abrirá la reforma energética en México y "tiene la mirada puesta" en Tabasco por ser uno de los estados más importantes dentro de la industria petrolera mexicana, informó hoy el gobierno estatal en un boletín.
Durante un encuentro con el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, la embajadora de Noruega en México, Merethe Nergaard, "reiteró el interés de empresas proveedoras de servicios energéticos de su país" en ese estado del sureste de México, indicó el comunicado.
En la reunión, efectuada en Palacio de Gobierno de Tabasco en la ciudad de Villahermosa, Nergaard adelantó que "se iniciarán acercamientos para explorar las oportunidades de cooperación, colaboración, intercambio de experiencias e inversiones no sólo dentro de la industria petrolera, sino también en los sectores pesquero y forestal", añadió.
A su vez, Núñez ofreció a la diplomática un panorama de las oportunidades que ofrece Tabasco a los inversionistas, e informó que para mejorar el ambiente de negocios, el estado impulsa en colaboración con el Banco Mundial una nueva agenda de mejora regulatoria.
Subrayó que empresas de origen extranjero ligadas a la industria energética mantienen operaciones en Tabasco, y dijo que por su importancia en la producción de petróleo y gas, en esta región se prevé la instalación de un Centro de Estudios sobre Campos Maduros.
Además, añadió, se tiene previsto fortalecer el puerto de Frontera como una terminal de apoyo a plataformas marinas.
La reforma energética, aprobada y promulgada en diciembre pasado, prevé la participación privada en la explotación de recursos energéticos, pero para su aplicación se requiere de leyes secundarias que están pendientes de aprobación legislativa.
El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece Núñez, se opone a lo que considera una privatización del estratégico sector energético mexicano, que ha estado reservado al Estado desde 1938.