Se trata de un desarrollo logrado por científicos del Conicet y de la Universidad Nacional del Litoral, que modifica con un gen de girasol al trigo, la soja y al maíz, y permite incrementar significativamente rindes en condiciones de sequía y salinidad.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner estimó que Argentina podría recibir en concepto de regalías por patentes hasta US$2.500 millones, por la comercialización en el mundo, a partir de 2015, de una nueva variedad de semillas de soja, maíz y trigo desarrolladas en el país.
Se trata de un desarrollo logrado por científicos del Conicet y de la Universidad Nacional del Litoral, que modifica con un gen de girasol al trigo, la soja y al maíz, y permite incrementar significativamente rindes en condiciones de sequía y salinidad.
Al encabezar un acto que se desarrolló en Casa de Gobierno, la presidenta mantuvo una videoconferencia con las instalaciones de la muestra Tecnópolis, en la localidad bonaerense de Villa Martelli, donde se encontraba el Ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.
Junto al funcionario nacional también se encontraban los científicos responsables del desarrollo genético encabezados por la bióloga molecular Raquel Chan, y los empresarios Marcelo Carrique, director de la empresa Bioceres, y Eric Rey, CEO de la firma estadounidense Arcadia, compañías que conformaron un joint venture para la comercialización de las nuevas semillas.
Durante la presentación de la nueva patente realizada por los investigadores del Conicet y la Universidad del Litoral, la presidenta anticipó que el desarrollo "comenzará a comercializarse o aplicarse en 2014/2015 y va a generar regalías importantes para el Conicet en materia de patentes y el aumento de productividad para el país".
Según estimó Cristina, el desarrollo científico generará "unas regalías -de solamente lo producido en la Argentina- de US$75 millones para el Conicet".
"Si contáramos sólo soja en todo el mercado mundial implicaría regalías para el Conicet y la Universidad Nacional del Litoral por US$2.500 millones. Son cifras que conmueven y lo que conmueve es que se ha hecho y descubierto en Argentina", enfatizó la mandataria en un tramo del diálogo que mantuvo por teleconferencia con el ministro Barañao y la bióloga Chan.
Al dirigirse a la científica que también lidera el equipo del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario, la presidenta le expresó su "orgullo" de que el país cuente con científicos como los que participaron del nuevo logro de investigación.
"También es un reconocimiento que quiero hacerle a este gobierno y al anterior que tanto esfuerzos, atención, y recursos hemos puesto en lo que consideramos uno de los puntales del crecimiento del siglo XXI que es la ciencia y la tecnología", agregó Cristina.
El ministro Barañao, a su turno, explicó que se trata de dos eventos "importantes y complementarios".
"El primero de ellos es una empresa argentina integrada por 230 productores -en referencia a Bioceres, del Grupo Grobocopatel- y una empresa americana que le va a abrir las puertas del mundo a los desarrollos tecnológicos nacionales, lo que implica una inversión sustantiva de US$20 millones", dijo al abrir el diálogo desde Tecnópolis.
El otro evento "es una nueva patente que permite mejorar la productividad de cultivos tan importantes como el de trigo, maíz y soja al conferirles características especiales".
Pero la científica Chang fue la encargada de brindar los detalles técnicos a la jefa de Estado. En tanto explicó que se logró aislar un gen que le confiere a la planta de girasol la posibilidad de tolerar la sequía en forma limitada y ese gen puesto en semillas de soja, maíz y trigo no sólo logró generar plantas con tolerancia a sequías, sino que también aumenta significativamente la productividad.
"El hito más importante de esta patente internacional presentada el martes pasado, es que ya sea en condición de sequía o condiciones normales o cuando llueve mucho, las plantas van a producir más", agregó la especialista.
Esta característica es la que resulta relevante del hallazgo nacional ya que hasta el momento se conocen patentes que permiten adaptar a la planta al estrés hídrico, pero que bajan el rinde cuando llueve en condiciones normales.
Así, el nuevo descubrimiento no sólo no genera merma en el rendimiento frente a las lluvias sino que potencia la productividad de la planta también en un escenario óptimo.