Repentantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) mantiene arduas negociaciones con firmas exportadoras por mejoras salariales, un tema delicado en un país donde economistas privados calculan una inflación anual de entre 25 y 30% para el 2015.

Buenos Aires. La actividad en la principal región portuaria de granos de Argentina era normal el miércoles, luego de que una poderosa central sindical decidió postergar por una semana la decisión de realizar o no una huelga que paralizaría los embarques de productos agrícolas.

La delegación de la ciudad de San Lorenzo de la Confederación General del Trabajo (CGT) mantiene arduas negociaciones con firmas exportadoras por mejoras salariales, un tema delicado en un país donde economistas privados calculan una inflación anual de entre 25 y 30% para el 2015.

El Gobierno ordenó que las negociaciones entre ambas partes continúen en momentos en que cargamentos de soja, el principal producto agrícola del país, comienzan a inundar las terminales argentinas.

"Es difícil para nosotros comenzar un paro (huelga) ahora porque eso implicaría sanciones de parte del Gobierno", dijo a Reuters Edgardo Quiroga, secretario general de la CGT San Lorenzo, que señaló que la actividad en los puertos de su distrito, de Puerto General San Martín y de Timbúes era normal.

El gremio había planeado realizar una asamblea el martes a la tarde para decidir si iniciaba una medida de fuerza en reclamo de mejoras salariales.

Sin embargo, Quiroga dijo que la posibilidad de una protesta será dirimida el jueves 14 de mayo, fecha en la que la CGT San Lorenzo se reunirá nuevamente.

Las medidas de la CGT San Lorenzo afectan el movimiento del cordón agroexportador formado por esa ciudad y las de San Martín y Timbúes -ubicadas unos 50 kilómetros al norte de la ciudad de Rosario-, de donde salen cerca el 80% de los embarques argentinos de granos y sus derivados.

Pese a que la central sindical aún no lanzó ninguna protesta, el embarque de algunos cargamentos de aceite de soja sufría demoras debido a que trabajadores de la industria procesadora de granos comenzaron el martes una huelga.

La medida, de todos modos, era realizada por un gremio que representa solo al 20% de los trabajadores del sector molinero.

Mientras tanto, los productores avanzan con la recolección de lo que varias entidades rurales esperan que sea una cosecha récord de soja para Argentina, el principal proveedor mundial de aceite y harina derivados de la oleaginosa.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó la semana pasada la producción de soja 2014/15 en unos históricos 60 millones de toneladas.