El organismo estima que la reducción de costos logísticos puede mejorar en un 35% la productividad laboral en Latinoamérica.
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) insistió este martes en la necesidad de que las economías latinoamericanas reduzcan drásticamente los costos de transporte, para ganar en productividad y competitividad y superar la fase de ralentización actual.
"Las capacidades productivas no han aumentado en América Latina desde los años 90, lo que plantea desafíos para la competitividad" de estas economías, afirmó Rolando Avendaño, economista del centro de desarrollo de la OCDE, en la presentación en París de un informe del organismo sobre las perspectivas económicas de la región en 2014, elaborado el año pasado.
Mario Pezzini, director del centro de desarrollo de la OCDE, recalcó citando el informe que en Latinoamérica "el coste de flete es casi nueve veces superior a los costos arancelarios", mientras que entre los socios comerciales de Estados Unidos dicha proporción no llega al doble.
Reducir esos costos "es el objetivo principal", subrayó Pezzini. La OCDE estima que la reducción de costos logísticos puede mejorar en un 35% la productividad laboral en Latinoamérica.
Dionisio Pérez-Jácome, representante mexicano ante la OCDE, observó en la conferencia la necesidad de "moverse hacia productos de mayor valor tecnológico" para competir mejor, y Joao Taborda, director para Europa, África y Oriente Medio de la empresa aeronáutica brasileña Embraer, incidió en la urgencia de agilizar los trámites administrativos.
"Hay países (en América Latina) donde se necesita más de 100 días para empezar una empresa. En otros países emergentes se habla de cinco días. Los poderes públicos tienen que atender a esto", recalcó.
Muchos de los países latinoamericanos sufren desde hace tres años una ralentización económica. Ésta se debe en buena parte al menor crecimiento de China, muy perjudicial para las exportaciones de la región, la crisis en la Eurozona y Estados Unidos, y últimamente la decisión de la Reserva Federal norteamericana de reducir su programa de estímulo, lo que se ha traducido en fuertes retiradas de capital y en devaluaciones notorias como la del real brasileño, que el año pasado se depreció casi 13% respecto al dólar.
Para Sylvain Bellefontaine, analista del banco francés BNP Paribas especializado en Latinoamérica, dicha retirada de estímulos de Estados Unidos va a ser para la región "un mal menor, que permitirá reducir el riesgo de burbujas de activos".
Bellefontaine cree que la normalización de la política monetaria norteamericana y la ralentización de la economía china tendrán "un impacto muy variado" en la región.
Según él los más perjudicados pueden ser "Argentina, Brasil y Venezuela, en pérdida de velocidad, con una ralentización de la actividad y problemas de inflación sustanciales que van a perdurar". En cambio, "Chile, Colombia, México y Perú están mejor posicionados para atraer inversiones", pues tienen "un crecimiento en reaceleración" y "mejores fundamentos económicos", añadió.
Bellefontaine saludó por otro lado como "un buen paso" la publicación por el gobierno argentino de un nuevo índice de inflación, que arrojó un aumento intermensual de precios de 3,7% en enero, más acorde con las estadísticas de los mercados.
Al preguntarle si cree que Argentina puede recuperar el acceso a los mercados de capitales, que le están vedados desde el default de 2001, el analista respondió que "necesariamente" lo hará a medio plazo, posiblemente "en tres o cuatro años", e hizo valer el "enorme potencial económico" del país, con ingentes recursos y una población formada.
Aunque, matiza, "hace falta más", como "limpiar el sistema de estadísticas, aplicar una política presupuestaria más restrictiva y eficaz" y crear un contexto económico "más propicio para que los inversores vuelvan".