Con unos precios que se han estabilizado en cerca de los US$65 el barril, unos US$20 por encima de los mínimos vistos en enero, hay poco apetito dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo por alterar los límites a la producción.
La OPEP está preparada para seguir produciendo petróleo a un ritmo intenso durante muchos meses más, con la satisfacción de que la terapia de choque en el mercado el año pasado ha reactivado la demanda y colocado trabas a la creciente competencia.
Con unos precios que se han estabilizado en cerca de los US$65 el barril, unos US$20 por encima de los mínimos vistos en enero, hay poco apetito dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo por alterar los límites a la producción.
"Hay consenso entre los países de la OPEP en el Golfo Pérsico, y otros, de mantener sin cambios el techo (de producción)", dijo a Reuters un alto delegado de la OPEP en Viena tras una reunión informal entre los cuatro principales miembros del cártel en el Golfo Pérsico.
El ministro de Petróleo iraquí, Adel Abdel Mahdi, dijo que había "optimismo y aceptación general de la actual situación".
Los ministros de Petróleo de Irak y Venezuela indicaron que un valor entre US$75 y US$80 el barril sería ahora un precio "justo" para el crudo, reflejando el consenso que emerge en torno a un posible equilibrio en los mercados.
"Compartimos la misma opinión del ministro de Irak en torno a este tema", dijo el ministro petrolero de Venezuela Asdrúbal Chávez. El ministro de Irán se abstuvo de hacer comentarios.
La OPEP se reúne el viernes tras un seminario de dos días en el que participaron los presidentes ejecutivos de los mayores grupos de energía del mundo, incluyendo BP y Exxon.
Estas compañías han visto abruptamente alteradas sus riquezas por la decisión de la OPEP de abandonar los esfuerzos para tratar de mantener los precios del crudo en más de 100 dólares el barril en favor de defender la cuota de mercado.
"Nadie quiere sacudir el bote", dijo la fuente. "Se espera que la reunión transcurra con tranquilidad", agregó.
El secretario general de la OPEP, Abdullah al-Badri, dijo el miércoles que seguramente sería un encuentro breve.
"Todo está muy claro", sostuvo.
Esto marca un cambio de tono respecto a la última reunión de la OPEP en noviembre del 2014, cuando Venezuela y otros países intentaron de manera infructuosa convencer a Arabia Saudita y sus aliados en el Golfo Pérsico de no elevar los suministros.
En cambio, el reino formuló su nueva estrategia de no intervención, al sostener que ya no considerará reducir la producción sin la cooperación de los productores que no integran la OPEP como Rusia.
Esta vez los llamados a una colaboración ha sido débiles.
La fuente del golfo dijo que la perspectiva para el mercado petrolero es positiva, especialmente en el segundo semestre de este año, que según el ministro de petróleo de Catar, Mohammed al-Sada, debería ser "más equilibrado".
"Puede ver que no estoy estresado, estoy contento", dijo por su parte el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Ali al-Naimi, el lunes.