El presidente uruguayo José Mujica, quería respaldo de la bancada opositora en el Congreso para restaurar tramo del tren con inversiones de empresas chinas sin pasar por una licitación internacional.

Antes de irse, el presidente José Mujica quiere dejarle “tres paquetitos” atados al próximo gobierno: planta regasificadora, puerto de aguas profundas y reconversión del tren. La intención del mandatario implica tomar las decisiones necesarias para que esas obras sean irreversibles y, por más que cambie el pelo político de la próxima administración, se terminen de realizar. “Cualquiera sea el gobierno que venga yo le voy a dejar dos o tres paquetitos atados que los tiene que seguir”, dijo a radio Sarandí en abril del año pasado.

Faltan menos de 11 meses para que asuma el nuevo gobierno y esos tres paquetitos han corrido suertes dispares. El más encaminado es la planta regasificadora, cuya licitación está en marcha. Además, el lugar fue elegido, obtuvo la habilitación ambiental e incluso se realizan tareas de dragado en Puntas de Sayago. Al menos ese “paquetito” parece encaminado a quedar “atado”. Sin embargo los otros dos enfrentan dificultades. El puerto de aguas profundas debe conseguir todavía su financiación, mientras que la reconstrucción del tren parece muy lejos de concretarse.

Desde el inicio del gobierno Mujica intentó buscar una salida a la tétrica situación de las vías en Uruguay. Al ver las dificultades, empezó a observar con atención las propuestas de inversión de empresas chinas. Pero el tiempo pasó y nada de ello se concretó. El presidente incluso viajó al gigante asiático con una amplia delegación oficial, y entre otros temas analizó propuestas de empresas de ese país.

Se consumieron cuatro años de gestión y nada se concretó con el tren, mientras la empresa estatal AFE mastica sin mucha convicción la transformación institucional hacia el manejo privado.

A Mujica se le viene encima el 1º de marzo de 2015 y con el tren no consiguió casi nada. Por eso anunció ahora que apelará a un acuerdo multipartidario para asignar de forma directa la obra a una empresa china y eludir un proceso licitatorio que se le va de las manos por lo largo. Pero la oposición parece darle la espalda.

La semana pasada, emisarios de la gigante estatal Corporación de Construcción Ferroviaria (CRCC) mantuvieron varias reuniones con jerarcas del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Presidencia y AFE. El plan consiste en restaurar un ramal estratégico del litoral del país, que va de Algorta a Fray Bentos, en Río Negro, con la construcción de durmientes de hormigón. Son 145 kilómetros de vía y la obra podría alcanzar los US$300 millones.

Para adjudicar una obra de esas características el gobierno debería abrir una licitación internacional, lo cual demanda un proceso largo, de dos o tres años, que escapa al gobierno actual. Por eso Mujica espera una última comunicación con CRCC para buscar apoyo de la oposición.

“Son decisiones que hay que tomarlas, pero las tiene que tomar el sistema político, porque si entramos en el camino de la licitación puede ser que estemos dos o tres años discutiendo y apelando y todo lo demás”, dijo el mandatario el martes a VTV. “Yo no puedo tomar solo esa decisión, pero creo que el país la tiene que tomar globalmente. Preparar una cosa de estas lleva años de discusiones. Yo quisiera dejarle al gobierno que viene un camino que está iniciado y que después siga”, agregó.

Según pudo saber El Observador, en el gobierno piensan buscar respaldo político para habilitar una excepción al Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (Tocaf), con el argumento de la urgencia.

Sin embargo para los líderes de los partidos de la oposición una salida de esas características no se justifica y, aunque aguardan la comunicación del presidente, manifestaron estar en desacuerdo con habilitar un camino de urgencia, según pudo saber El Observador en base a consultas con referentes de los partidos Nacional, Colorado e Independiente.

“En un país serio el presidente no habla con la oposición a través de la prensa. En un país serio el presidente prepara un memo con los aspectos técnicos y lo manda a los partidos. Un país no es un boliche. No se puede trabajar con ese desorden”, dijo a El Observador el precandidato colorado Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay). A su juicio, el mandatario “se embala” con soluciones para el tren y “sale a hacer declaraciones” que luego “nunca se concretan”. “Nosotros siempre dispuestos a dialogar, pero no en este desorden”, insistió Bordaberry.

Los blancos también aguardan la comunicación del presidente, pero tienen una visión crítica del manejo de Mujica con el tema.

“¿Por qué pasa esto?, porque (Mujica) se demoró en tomar decisiones. Tuvo cinco años. Cuando se toman decisiones de apuro se toman mal. Vamos estudiar el planteo. A priori no nos negamos, aunque en materia de acuerdos, nosotros vemos la vaca y lloramos”, comentó a El Observador el presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber. El senador herrerista alude a los acuerdos multipartidarios convocados por el mandatario al inicio de su administración. Al inicio de 2010 se reunieron referentes de todos los partidos para encontrar puntos de acuerdo seguridad, educación, medio ambiente y energía. Luego, sin embargo, idas y vueltas entre el gobierno y la oposición pusieron final a esos pactos por presuntos incumplimientos. En el único tema donde lo acordado está en marcha es en el plano energético.

El precandidato blanco Jorge Larrañaga (Futuro Nacional), por su parte, dijo a El Observador que tiene más preguntas que respuestas. “Cuando conozcamos qué se quiere daremos nuestra opinión. ¿Cómo será el negocio?, ¿quién es el garante?, ¿qué tiene que poner el Estado”, se preguntó.

Su rival en la interna, Luis Lacalle Pou (Todos Hacia Adelante), se quejó de la forma elegida por Mujica para comunicar su propuesta. “Yo me comunico con el gobierno por vías formales, no por la prensa ni por audiciones”, dijo a El Observador. Según dijo, deberá ir el MTOP al Parlamento a explicar de qué se trata la inversión, cuáles son los ramales a reparar y las contraprestaciones. “No estamos en un boliche, estamos en un gobierno”, comentó.

El presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, dijo a El Observador que “obviamente” escuchará al presidente cuando lleve su propuesta para AFE. Recordó sin embargo que hace “mucho tiempo” el gobierno no dialoga con la oposición, y sobre la obra planteada, comentó: “Este tema para mí está muy verde, se han tirado muchos pelotazos hace muchos años y nunca pasa nada”.

En el gobierno, a su vez, conviven visiones contrapuestas que ya han generado encontronazos entre jerarcas. Una de las cuales se generó en China, cuando Mujica visitó ese país. Allí salieron a la luz diferencias entre el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, y el asesor Pedro Buonomo. Uno apoyaba hacer la obra con una empresa, y otro, con otra. La que está en negociaciones es la que impulsó Cánepa.