La minera Yanacocha señaló en un comunicado que alrededor de las 13.40 horas (18.40 GMT) unos 750 manifestantes llegaron desde diferentes localidades de Cajamarca e ingresaron a terrenos de propiedad de la empresa.
Lima. Cientos de opositores al proyecto minero Conga, en el norte de Perú, destruyeron una antena de comunicación telefónica y retuvieron a un trabajador de seguridad de la empresa, informaron medios locales.
Según la información difundida por los noticieros de televisión, los manifestantes pertenecían a "rondas" campesinas (grupos de comuneros) que llegaron hasta la zona donde se planea desarrollar el proyecto para rechazar la posibilidad del inicio de la obra.
La minera Yanacocha señaló en un comunicado que alrededor de las 13.40 horas (18.40 GMT) unos 750 manifestantes llegaron desde diferentes localidades de Cajamarca e ingresaron a terrenos de propiedad de la empresa.
Añadió que los manifestantes retuvieron a un trabajador encargado de seguridad y realizaron "actos de vandalismo", al quemar una antena de telefonía, lo que dejó sin comunicaciones a todas las comunidades aledañas.
Yanacocha indicó que la Policía Nacional y la Fiscalía han sido notificadas de los sucesos "y están tomando las acciones que competen a cada institución."
La minera remarcó que los pobladores de las comunidades del área de influencia directa del proyecto no participaron en la movilización y aseguró que "han condenado que personas provenientes de otras localidades provoquen disturbios y actos de violencia en sus comunidades."
"Yanacocha reitera su respeto a todo tipo de expresión social, siempre y cuando no atente contra la integridad de las personas, la propiedad privada, ni el desarrollo de la infraestructura que se construye para el bien común de toda la región Cajamarca", indicó.
El proyecto cuprífero y aurífero Conga está esta a cargo de Yanacocha, filial de la norteamericana Newmont, que espera desarrollarlo con una inversión de unos US$4.800 millones.
Sin embargo, su puesta en marcha ha sido rechazada en los últimos dos años por la mayoría de los cajamarquinos, que consideran que afectará seriamente las reservas de agua de la región, ya que contempla drenar cuatro lagunas.
Ante este rechazo, el gobierno peruano estableció una serie de condiciones que debía cumplir la empresa, entre ellas la construcción de reservorios de agua, la creación de 10.000 puestos de trabajo y una serie de obras de desarrollo y apoyo social en la zona de influencia del proyecto.
