El país cuenta con gran cantidad de semillas obsoletas tratadas con plaguicidas, debido principalmente a cambios en los modelos productivos y la extensión de las actividades agropecuarias.
Paraguay. Paraguay implementó una innovadora tecnología para biodegradar semillas de algodón contaminadas por plaguicidas y convertirlas en compost apto para uso agrícola, señalaron el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Vegetal y de Semillas de Paraguay y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Paraguay cuenta con gran cantidad de semillas obsoletas tratadas con plaguicidas, pertenecientes a cosechas anteriores a 1998, debido principalmente a cambios en los modelos productivos y la extensión de las actividades agropecuarias.
Con el objetivo de identificar un método eficiente, de bajo costo y que permita remediar este riesgo socioambiental, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Vegetal y de semillas (Senave) lideró el proyecto piloto Compostaje de semillas de algodón contaminadas con Carbofuran y Furtiocarb con la participación de la Universidad Nacional de Asunción y el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Este proyecto emplea un proceso que utiliza técnicas de compostaje para biodegradar los plaguicidas mediante la acción de microorganismos. Según los resultados del proyecto, en tan solo 150 días, la concentración de plaguicidas en las semillas alcanzó niveles de bajo riesgo, manifestó la Coordinadora Nacional del Proyecto por el Senave, Silvia Weyer.
“A través de este proyecto se obtiene un compost apto para la agricultura y que no representa ningún riesgo para la salud y el medio ambiente, el cual mejorará las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo”, explicó la Oficial de Protección Vegetal de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Tania Santiváñez.
“Este proceso de biodegradación por compostaje es una gran alternativa para minimizar y evitar los riesgos de las semillas contaminadas con plaguicidas (Carbamatos). Convierte un problema socioambiental para la salud y la agricultura en una alternativa sostenible”, agregó Santiváñez, señalando que el proceso utiliza materiales que están fácilmente disponibles en las áreas rurales.
Una experiencia de trabajo conjunto para generar conocimiento local.
El objetivo del proyecto piloto fue comprobar la efectividad del proceso del compostaje para la biodegradación de plaguicidas existentes en semillas de algodón contaminadas, que en todo el país alcanzan más de cuatro mil toneladas, explicó el representante de la FAO en Paraguay, Jorge Meza.
Para el proyecto piloto se utilizaron dos toneladas de semillas de algodón contaminadas por Furatiocarb y Carbofurán. “Los análisis de laboratorio que se efectuaron concluyeron que todos los tratamientos respondieron efectivamente al proceso de compostaje”, señaló la investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción, Pilar Galeano.
“El papel de la FAO es apoyar a los países para que desarrollen una adecuada gestión de todos los plaguicidas, lo que implica la limpieza de sitios contaminados, la destrucción o eliminación de los obsoletos y procesos de bio-remediación”, concluyó Santivañez.