El mayor exportador de energía eléctrica en Sudamérica está incursionando en el desarrollo de fuentes alternativas que pueden ayudar a mejorar su red eléctrica, que enfrenta dificultades en la transmisión y frecuentes pérdidas.
Asunción. Paraguay, el mayor exportador de energía eléctrica en Sudamérica, está incursionando en el desarrollo de fuentes alternativas que pueden ayudar a mejorar su red eléctrica, que enfrenta dificultades en la transmisión y frecuentes pérdidas.
El país es dueño de las centrales hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá junto con sus vecinos Brasil y Argentina respectivamente, y en total cuenta con una potencia de unos 8.000 megavatios. Sin embargo, sufrió en 2010 prolongados y frecuentes cortes de suministro que elevaron la alarma sobre el estado de sus redes.
Desde entonces, la estatal Administración Nacional de Electricidad (ANDE), responsable de la provisión en el país, inició un programa de renovación de líneas de transmisión y transformadores y creó una División de Energías Alternativas para incorporar nuevas tecnologías.
"A Paraguay le sobra capacidad de generación de energía. El problema es cómo llegar a algunos puntos y como llegar bien", dijo a Reuters Víctor Giménez, responsable de esa división.
"Estamos apuntando a la calidad de la energía y a la seguridad del suministro (...) sin caída de tensión o pestañeos y un desarrollo en tecnologías limpias y renovables", agregó.
La nueva división estudia la posibilidad de instalar pequeños centros de generación en base a fuentes alternativas en lugares lejanos -donde llegar con una red de transmisión es muy costoso- o donde el sistema esté sobrepasado.
Para ello trabaja en una decena de proyectos en conjunto con el sector privado, de los cuales al menos tres comenzarían a funcionar este año, que permitirán recabar datos para dimensionar el potencial de estas nuevas fuentes.
El más avanzado consiste en la instalación de pequeños generadores a biogás en una granja de cerdos en la localidad de Naranjal, a unos 360 kilómetros al sureste de Asunción, que utiliza los desechos de los animales.
Otro prevé la instalación de un motor de residuos urbanos en un vertedero a vecino a la capital y en una cooperativa agrícola para procesar bagazo de caña de azúcar.
Las inversiones están a cargo de las empresas y la ANDE brinda colaboración técnica y presta algunos equipos. La energía generada es para consumo propio y, de existir excedente, será incorporado a la red de la empresa estatal.
El cuidado del ambiente también es un factor que impulsa el interés en estas tecnologías que permitirían eliminar vertederos a cielo abierto y reutilizar los residuos de ganado en un país con un hato de 12 millones de cabezas vacunas.
Otra meta es instalar el primer centro de generación en base a energía solar de la ANDE, como alternativa para abastecer a localidades lejanas. El lugar elegido es Bahía Negra, a unos 850 kilómetros al norte de Asunción, que en los últimos meses sufrió racionamiento y cortes por la dificultad de llevar combustible diésel para los generadores térmicos que abastecen a sus 1.100 habitantes.
Un largo camino. El vicepresidente de Asociación Paraguaya de Energías Renovables, Eduardo Viedma, aseguró que utilizando fuentes alternativas se reducirán pérdidas y se hará más eficiente el servicio en lugares donde las redes están colapsadas.
"Hoy, en la transmisión, la ANDE tiene un 30% de pérdida y deberían tener un 10% como máximo", dijo.
Viedma dijo que existen experiencias de generación en pequeña escala, la mayoría en base a energía solar, para consumo privado en zonas del interior distantes de las líneas estatales, y que la mayoría de los equipos que se comercializan en el país están orientados al consumo doméstico.
Para pensar en proyectos de mayor escala es necesaria una ley de energías renovables con incentivos para el sector, ya que los costos de los equipos son relativamente elevados, y un estudio completo de los recursos del país y su potencial.
"Lo primero que se tiene que hacer es un mapa energético de Paraguay con todos los recursos que se pueden explotar y cuantificar eso en megavatios", señaló Viedma.
La ANDE espera concluir antes de fin de año el mapa eólico del país y la instalación del centro de generación de energía solar en Bahía Negra, lo que permitirá medir el potencial de ambas tecnologías.
Además, está concluyendo un mapa para minicentrales hidráulicas, que ya cuenta con la identificación de los puntos en cinco ríos donde podrían ser instaladas turbinas flotantes, que no requieren de represas y que en conjunto podrían llegar a generar una potencia de entre 600 y 800 megavatios.
"Con sistemas de energía renovable, ANDE va a estabilizar su red, con un consumo más localizado y controlable. Eso va a hacer que tenga menos pérdidas y que la generación en exceso se pueda vender a otros países", apuntó Viedma.
Recientemente, Paraguay llegó a un acuerdo con Uruguay para venderle energía eléctrica de una pequeña central utilizando redes argentinas y también analiza exportar a Chile.
"Pero para eso tenemos que prepararnos y aún tenemos un largo camino por recorrer", concluyo Viedma.