El aeropuerto "Teniente Amín Ayub González" fue habilitado tras una serie de obras que demandaron inversiones por US$12 millones.

Asunción, EFE. El gobierno de Paraguay habilitó este viernes para vuelos internacionales el aeropuerto de Encarnación, al sureste de Asunción y en la frontera con Argentina, que se suma a los aeródromos de similar rango de Luque y Ciudad del Este.

El presidente paraguayo, Federico Franco, encabezó el acto de habilitación del aeropuerto "Teniente Amín Ayub González", en Encarnación, la tercera ciudad de Paraguay, situada a 330 kilómetros al sureste y colindante con la localidad argentina de Posadas.

Esa terminal aérea, que operaba habitualmente con rutas de cabotaje, funciona a partir de hoy con vuelos internacionales al igual que los aeropuertos Silvio Pettirossi, en Luque, cercano a Asunción y el principal del país, y el "Guaraní", en Ciudad del Este, a 330 kilómetros de la capital, en la frontera con Brasil.

El aeropuerto de Encarnación fue habilitado tras una serie de obras que demandaron una inversión de 50.300 millones de guaraníes (unos US$12 millones) que fueron aportados por la Entidad Binacional Yacyretá, que explota la hidroeléctrica del mismo nombre administrada por Argentina y Paraguay, según reseñó la agencia pública IP Paraguay.

El "Teniente Amín Ayub González", que cuenta con oficinas de la Dirección de Aduanas y de Migraciones, está dotado de una pista de aterrizaje pavimentada de 2.000 metros de largo y 45 metros de ancho, plataforma de ascenso y descenso de pasajeros y edificio terminal de pasajeros de 660 metros cuadrados de superficie cubierta, según detalló la fuente.

También posee una torre de control de 32 metros cuadros de superficie cubierta, caseta de control y edificio de depósito, indicó IP, que remarcó que el aeropuerto opera actualmente con vuelos diurnos.

Encarnación, que tiene al río Paraná como frontera natural con Posadas, se ha convertido en los últimos meses en el principal centro de veraneo de los paraguayos y acoge anualmente las mayores celebraciones carnestolendas del país.