Las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) que trabajan en el sector de confecciones son las más afectadas por las trabas que pone el gobierno argentino a los productos paraguayos del ramo.
Según explicó Roberto Eguía, directivo de la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP), el principal problema que se presenta para el sector de la confección y que afectará la economía paraguaya se da con las pequeñas y medianas industrias que dependen directamente de la exportación de las confecciones y/o tejidos que hacen al vecino país.
El industrial dijo que decenas de pequeñas y medianas empresas, dedicadas al rubro de la confección, venían trabajando con otras firmas más importantes para dar abasto a la demanda que se tenía de productos exclusivamente desde el mercado argentino.
De hecho, las pymes en el sector confeccionista son las que generan mayor número de mano de obra principalmente para mujeres. A partir de esta situación generada por Argentina muchos puestos laborales pueden perderse en el sector.
Eguía recordó el caso de la firma confeccionista Texco Industrie SRL, que hace 2 semanas se vio obligada a suspender el contrato de sus 42 empleados que se dedicaban directamente a la producción de confecciones para el mercado argentino.
Para la AICP, esta situación puede repetirse con otras firmas que subcontratan a confeccionistas para sus producciones de exportación al país vecino. Actualmente, unos US$4 millones en confecciones para ser exportados a la Argentina están parados.
“En general, las grandes empresas de la confección tienen condiciones de aguantar esta situación, porque el grueso de las exportaciones que hacen se va al Brasil. La cuestión pasa que aquí los más afectados son los pequeños confeccionistas y es justamente lo que hemos demostrado con estadísticas al presidente Lugo, en nuestra reunión”, dijo Eguía.
Directivos de la Asociación de Confeccionistas se reunieron el miércoles pasado con el presidente Fernando Lugo en Palacio de López, a quienes expusieron la situación que se tiene actualmente a consecuencia de las trabas argentinas.
Según datos que maneja la Unión Industrial Paraguaya (UIP), la serie de restricciones por parte del Gobierno del vecino país, hicieron que de enero a febrero de 2012 se perdieran unos US$15 millones en productos que no se pudieron importar.
En 2010, la Argentina aplicó la obligatoriedad de presentar la “Licencia Previa de Importación” a los importadores, que se convirtió en la primera traba para los productos paraguayos. A partir de febrero de este año, el Gobierno del vecino país exigió la presentación de la “Declaración Jurada de Importación”. Ambos documentos deben contar con el permiso de la Secretaría de Comercio de Argentina para poder importar.