La lluvia registrada en el Alto Paraná desde la madrugada de ayer fue adecuada para aliviar la sequía que por más de un mes castigó al sector de la producción agrícola. Según el presidente de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, Rubén Sanabria, las precipitaciones trajeron esperanzas para salvar al menos el 50% de la soja.
Ciudad del Este. Un 50% de la soja se podrá reactivar si el clima permanece húmedo en Alto Paraná, señalaron los productores que fueron perjudicados por la sequía. Ese porcentaje es la parte que se salvó de los cultivos afectados por la diferencia de fecha de siembra.
El representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), ingeniero Rubén Sanabria, señaló que las lluvias caídas favorecieron al campo; no obstante, la situación sigue complicada, pues todo depende del factor climático.
Según las proyecciones, debió alcanzarse 138 millones de toneladas de soja en la región, pero la sequía frustró.
Se estimaba que entre Brasil (75 millones), Argentina (52 millones), Paraguay (7,6 millones), Uruguay (1,8 millones) y Bolivia (1,6 millones), Sudamérica alcanzaría aproximadamente 138 millones de toneladas, un incremento de casi 2 millones, respecto de la anterior cifra, según el análisis de la CAP.
Alto Paraná afronta una sequía en la mayoría de su superficie, con datos de pérdidas de hasta el 40% de la productividad en sus variedades más precoces, que representan casi el 40% del área, mientras que para el resto no sería tan grave. Las pérdidas podrían atenuarse si en las próximas semanas las precipitaciones se repiten, al menos cada ocho días, manifestó el ingeniero Sanabria.
La parte que podría ser salvada es aquella que se encuentra en etapa de floración.
Sanabria agregó que en el sector de pequeños productores la situación fue peor, porque los agricultores no trabajan con tecnología ni abono químico que fortalecen a las plantas.
Contratos. El representante de regional de la CAP añadió que los productores están preocupados por los contratos que firmaron con agroexportadoras y que no podrán ser anulados, en consecuencia tendrán que pagar multas por incumplimiento de acuerdos.
Explicó que muchos tendrán que comprar soja de otros lugares para cumplir con sus contratos, mientras que otros tratarán de honrar sus compromisos con el 30% que pudo salvarse.