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Paraguay: para expertos uso de casas prefabricadas es un despropósito
Miércoles, Junio 20, 2012 - 10:31

Esta medida promovida por Senavitat perjudicará principalmente a las olerías, que son pequeñas empresas familiares que fabrican ladrillos de forma artesanal y que se ubican en el sector económico más bajo, según afirmó el vicepresidente de la CPIC.

Las Cámaras Paraguayas de la Vivienda (Capavi) y de la Industria Cerámica (CPIC) consideran un despropósito el uso de casas prefabricadas en programas de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat). Señalaron que eso perjudicará la posibilidad de trabajo de los obreros.

Esta medida promovida por Senavitat perjudicará principalmente a las olerías, que son pequeñas empresas familiares que fabrican ladrillos de forma artesanal y que se ubican en el sector económico más bajo, según afirmó el vicepresidente de la CPIC, César Ayala.

Solamente en Tobatí hay 100 pequeñas olerías que podrían producir ladrillos para 10.000 casas al mes, por lo que con el sistema propuesto por Senavitat sólo se estaría beneficiando a un pequeño grupo de empresas importadoras en detrimento de numerosas firmas nacionales y compatriotas de escasos recursos.

El titular de Senavitat, Gerardo Rolón Pose, había argumentado la conveniencia de las viviendas prefabricadas diciendo que son más baratas, ya que se podrán construir 1.500 unidades por G. 30.000 millones (US$6,4 millones), es decir, el precio promedio sería solo G. 20 millones.

Sin embargo, según señaló Ayala, a ese precio sólo se podrían conseguir viviendas de emergencias, con una durabilidad de apenas dos años. Agregó que las casas tradicionales, que se consiguen desde G. 35 millones, duran tres o cuatro generaciones, por lo que a la larga, son más convenientes, ya que las prefabricadas necesitarían ser renovadas en un par de años.

Para el titular de la Cámara de la Cerámica, el problema de fondo es la desidia total en Senavitat, cuyas autoridades no pelean por su presupuesto, no realizan la cantidad de llamados a licitación prevista y no ejecutan eficientemente sus fondos.

Por su parte, el presidente de Capavi, Julio Mendoza, agregó que este sector se verá muy afectado debido a que el 99% de las empresas están preparadas para la construcción tradicional, que prácticamente sólo utiliza insumos nacionales.

Apenas una o dos firmas son las que trabajan con las viviendas prefabricadas, por lo que probablemente se tendrá que importar los materiales para satisfacer el requerimiento de Senavitat.

Pero el problema no es la importación, según aclaró, sino que con esta determinación de utilizar las casas prefabricadas en los programas habitacionales se estará promoviendo el desempleo de miles de obreros del rubro construcción.

Es que el sector de la vivienda es el que emplea mayor cantidad de mano de obra, y al prescindir de ella, sólo se estaría empeorando la desaceleración económica que registra Paraguay, finalizó.

Autores

ABC Color (Paraguay)