El ajuste que se concreta en la fecha es el primero que se registra en los precios de este combustible en lo que va del año. La variación corresponde a un 8,5% en el gas de uso doméstico y a un 9,3%, en los precios finales del autogás.
Desde la fecha suben los precios al consumidor del gas licuado de petróleo (GLP) de uso doméstico y vehicular. La garrafa de 10 kilos se incrementa de G. 70.000 a G. 76.000 en las estaciones de servicio, un 8,5%, mientras que el autogás sube de G. 3.740 a G. 4.090 (9,3%). Los importadores dicen que el producto subió en origen en US$ 100 por tonelada métrica.
El ajuste que se concreta en la fecha es el primero que se registra en los precios de este combustible en lo que va del año. La variación corresponde a un 8,5% en el gas de uso doméstico y a un 9,3%, en los precios finales del autogás.
Así, la variación que sufre este combustible corresponde al siguiente comportamiento: el cilindro de 10 kilos pasa a partir de hoy, de G. 70.000 a G. 76.000, en las estaciones de servicio, las garrafas de 13 kilos se incrementan de G. 91.000 a G. 98.800 (8,5%), mientras que el autogás sube de G. 3.740 a G. 4.090 (9,3%) por litro. Los precios varían levemente, según la fraccionadora y de acuerdo a los canales de comercialización.
De acuerdo a los registros de importación, en enero último se trajeron 5.500.000 kilos, en febrero se importaron 6.300.000 kilos, en marzo 7.000.000 y en abril 8.700.000 kilos. Este volumen representa las previsiones adoptadas por las fraccionadoras para mantener un stock importante de producto para la temporada invernal, atendiendo a que el promedio del consumo en la temporada de verano no supera los 5.000.000 de kilos. Estos números evidencian la importante reserva que lograron acumular las fraccionadoras, evidentemente adquirido a precios anteriores, sin el aumento de los US$ 100 por tonelada, que ahora utilizan como excusa para la suba.
Voceros del sector fraccionador agremiados a la Cámara Paraguaya de Gas (Capagas) liderada por Pedro Balotta, de Copesa Gas, justificó la semana pasada dicho reajuste, aduciendo que los combustibles líquidos ya registraron varios aumentos, como el caso del gasoíl y de las naftas, mientras que el gas no sufrió el mismo comportamiento.
En la víspera se notó un mayor movimiento de garrafas de gas en los puestos de venta, en el día previo al ajuste, así como la recarga del gas en garrafas. Los diferentes servicios de “delivery” de las fraccionadoras de gas ya venían anunciando a los consumidores que desde este viernes el combustible se vendería con otro precio, aunque no informaron el monto exacto de la suba.
Por otro lado, desde el gremio de los consumidores instan a migrar del gas a otros sistemas energéticos.
Recomiendan al respecto la utilización de cocinas a inducción atendiendo a que la preparación de los alimentos cuesta apenas G. 12.600 por mes contra los G. 154.000 que representa la utilización del GLP.
En tanto que el empleo del carbón cuesta G. 202.000, también en forma mensual.