La iniciativa recibió la luz verde del Congreso durante la madrugada por 135 votos a favor -del gobernante Frente para la Victoria y sus aliados-, 59 en contra y 42 abstenciones, tras más de 16 horas de debate.
Buenos Aires. El Parlamento argentino aprobó hoy el acuerdo de compensación a la petrolera española Repsol por la expropiación del 51% de las acciones de YPF, tras un largo y tenso debate en el que la oposición cargó con dureza contra el Gobierno de Cristina Fernández.
La iniciativa recibió la luz verde del Congreso durante la madrugada por 135 votos a favor -del gobernante Frente para la Victoria y sus aliados-, 59 en contra y 42 abstenciones, tras más de 16 horas de debate.
El convenio, aprobado previamente por el Senado argentino y por el Consejo de Administración de Repsol, implica el pago de US$5.000 millones a Repsol mediante un menú de bonos, con vencimientos que van desde el 2017 al 2033 y tasas de interés del 7% al 8,75%.
Para afrontar el pago, Argentina lanzará una emisión de deuda pública por valor de hasta US$6.000 millones, que incluirá los US$5.000 millones en títulos a valor nominal que se entregarán a la petrolera española más otros US$1.000 millones para cubrir la suma acordada en caso de que los títulos coticen en el mercado por debajo de su valor nominal.
La convalidación del acuerdo por el Parlamento argentino figuraba entre las condiciones del acuerdo, que implica, por parte de Repsol, la retirada de las demandas contra Argentina interpuestas en tribunales internacionales.
El gobierno argentino defiende que la compensación es justa y conveniente para el país y permitirá que YPF, libre de litigios con Repsol, consiga atraer inversiones para su ambicioso plan de exploración y explotación, con desembolsos por US$7.000 millones anuales proyectados para el período 2013-2017.
La oposición, por el contrario, cuestiona la cuantía y las condiciones de la compensación que se pagará a Repsol, además de criticar la política energética del Gobierno y su actitud frente a la petrolera española.
YPF está bajo control del Estado argentino desde mayo de 2012, cuando el Parlamento aprobó la expropiación del 51% de las acciones de la petrolera a la española Repsol, que mantiene una participación del 12% en la mayor productora de hidrocarburos del país suramericano.
La petrolera argentina registró el año pasado un beneficio neto de 5.681 millones de pesos (más de US$710 millones), con un alza interanual del 45,6%.