La estatal mexicana espera el visto bueno de la autoridad para extraer, a través de alianzas, casi 300.000 barriles diarios de petróleo.
Petróleos Mexicanos (Pemex) pondrá a disposición de privados, mediante asociaciones, una producción de 296.940 barriles diarios de crudo, equivalente a 13% de su producción actual, en las migraciones de contratos de exploración y producción (CIEP) y de obra pública financiada (COPF), así como en licitaciones para los farmouts con contratos del nuevo régimen.
La estatal ha solicitado ya la aprobación para producir con terceros en 18 contratos un total de reservas probadas más probables (2P, con un potencial de 50% de éxito comercial) de 4.406 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, es decir, 19% de las reservas de este tipo en el país.
La producción de los campos donde Pemex pretende asociarse con contratos del nuevo régimen, ya sea producción, utilidad compartida o licencias, equivale a 34% de lo que extrae hoy en día el mayor activo productor de la estatal: Ku Maloob Zaap, así como a 1,2 veces la producción del gigante Cantarell, según los reportes desagregados por campo de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), al último mes del 2015.
De acuerdo con la Secretaría de Energía, a diciembre del 2015, Pemex ha solicitado la migración de ocho CIEP, dos COPF y el visto bueno para ocho áreas en las cuales la CNH conducirá licitaciones similares a las de la Ronda Uno para encontrarle un socio a Pemex con criterios de experiencia y capacidad técnica en esquemas que se conocen en la industria como farmouts.
Retraso de año y medio. A pesar de la complicada situación financiera de Pemex, parece no haber prisa por llevar a cabo estos traslados contractuales y licitaciones de farmouts, ya que desde la aprobación de la reforma energética, en agosto del 2014, el gobierno anunció que en los siguientes seis meses se llevarían a cabo las primeras migraciones y que a lo largo del 2015 se adjudicarían los primeros farmouts, sin que hasta la fecha se haya publicado una sola convocatoria.
“Las empresas sí tienen interés, podemos estar seguros de que todos los días presionan a Pemex para conocer avances en los procesos, pero no ha habido una conducción adecuada de la empresa y el gobierno ha postergado así estas asociaciones, a pesar de su urgencia”, dijo a El Economista Manuel Cervantes, abogado del sector.
El objetivo de estos nuevos contratos será incrementar la inversión de Pemex con apoyo de socios, utilizando los nuevos instrumentos de la reforma energética. Cabe recordar que Pemex sufrió un recorte de 20% de su presupuesto para el 2016, que son 100.000 millones de pesos menos (US$5.489 millones). El año pasado, la estatal redujo en 48% sus ingresos por la caída del precio internacional del petróleo, además de que tuvo un recorte de 62.000 millones de pesos (US$3.403 millones) u 11% de su presupuesto, lo que llevó a una caída interanual de 6.9% de su producción petrolera y de 49% de la perforación de pozos.
La nueva dirección de Pemex, encabezada por José Antonio González Anaya, asegura que pretende potenciar los instrumentos de la reforma energética y capitalizar a la estatal, por lo que estos procesos deberán llevarse a cabo a lo largo del 2016.